Un niño de 11 años de edad fue violado, torturado y descuartizado por varias personas que lo sometieron a ritos satánicos, en Argentina en el 2016, pero fue hasta este año que las autoridades lograron capturar a los hechores.
De acuerdo a las informaciones, Mario Agustín Salto llegó a su casa para agarrar su bicicleta y una caña de pescar y dirigirse a la laguna en la localidad de Quimilì en la paupérrima provincia De Santiago del Estero.
Sin embargo, el pequeño nunca regresó a casa. Según el expediente investigativo, el niño fue interceptado por sus verdugos, gente que conocía porque en estas localidades todo se conocen.
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Sus secuestradores, lo colgaron de un árbol, le retorcieron el cuerpo y practicaron varios ritos, posteriormente metieron su cuerpo desmembrado en diferentes bolsas de basura.
Tras el abominable hecho, las autoridades capturaron al presunto secuestrador, Rodolfo “Rody” Sequeira, David Tomás Sosa, un testigo aparente que luego se convirtió en partícipe necesario del crimen y Ramón altas “Burra” Salvatierra, campesino acusado de encubrimiento.
Sin embargo, hace unos días, los entes de seguridad lograron cerrar el caso al vincular en el atroz crimen a la directora de la Escuela 1214, Arminda Lucrecia Díaz, al hijo de esta, Alfredo Daniel Albarracín (de 22), y al esposo de la maestra, Miguel Ángel Jiménez, de 58 y más conocido como “el brujo”.
En la casa de la diabólica familia se encontraron varias evidencias, entre ellas un altar, donde practicaba tenebrosos ritos satánicos.
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