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Llegó el momento de buen humor de la semana

-¡Profe, profe! ¡Me recuerda al mar!

-¡Hay que cosas tienes, Jaimito! ¿Por qué lo dices?

-¡Porque me marea!

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29.09.2017

-Por favor, ayúdeme, mi hija se ha perdido.

-¿Cómo se llama?

-Esperanza.

-No puede ser, la esperanza es lo último que se pierde.

En el salón de clases dice la maestra a los niños:

-Niños, hagamos ejercicio dentro del salón, acuéstense de espalda al piso, levanten las piernas y muévanlas como si fueran en bicicleta. Se acostaron los niños y empezaron a mover sus piernitas imaginando que iban en bicicleta. Solo Pepito no las movía.

-¡Pepito! ¿Por qué no mueves las piernas?

-¡Porque voy de bajada maestra!

-¡Profe, profe! ¡Me recuerda al mar!

-¡Hay que cosas tienes, Jaimito! ¿Por qué lo dices?

-¡Porque me marea!

Al salir de la corte, un abogado se vuelve hacia su cliente, que tiene un gesto sombrío, y le dice:

-¿Por qué pones esa cara, Zoran? ¡Te declararon inocente!

-Lo sé, pero ahora realmente estoy en problemas, ¡acabo de ofrecer mi departamento en renta por tres años!

Un hombre está de visita en casa de un viejo amigo cuando de pronto una niñita pasa corriendo por la habitación.

-Título, le dice el amigo, tráenos dos tazas de café.

-¿Título? Qué nombre tan extraño para una niña, dice el visitante. ¿Por qué se lo pusieron?

El amigo suspira y dice:

-Envié a mi hija a estudiar a la Universidad de Lisboa, y esto fue con lo que regresó.

La esposa le pregunta a su esposo:

-¿Te fijaste, cariño? Compré un nuevo cepillo para el inodoro.

-Sí, responde el hombre, pero me sigue gustando más el papel.

Mi vecina puso un letrero en su casa que decía: “Cuidado con el perro”. Cuando fui a conocerlo, me llevé una sorpresa, pues yo imaginaba un animal grande y fuerte y me encontré con un salchicha diminuto. Comencé a reír y mi amiga me dijo: “El letrero es para que no lo pisen”.

Una ratona y su bebé cruzaban por un piso encerado cuando escucharon que los venía persiguiendo el gato. Mamá ratona sintió cerca las garras del felino. Se volvió y gritó lo más fuerte que pudo:

-¡Guau, guau!

El gato huyó despavorido. Tras recuperar el aliento, mamá ratona tomó a su bebé en brazos y le dijo:

-Ahora, hijito, comprendes lo importante que es dominar otro idioma.

Mi cuñada, que trabaja conduciendo un tráiler, había decidido conseguir un perro para su protección. Cuando examinó un posible candidato, el entrenador le dijo:

-No le gustan los hombres.

-Perfecto, pensó ella y se llevó al perro. Un día que la abordaron dos sujetos en un estacionamiento, ella se puso muy atenta para ver cómo reaccionaría su perro guardaespaldas. Pronto le quedó claro que el entrenador no estaba bromeando. Cuando los hombres se acercaron, el perro huyó a esconderse bajo el auto más cercano.

Una señora entra en una farmacia y le pide al farmacéutico un frasco de arsénico. El doctor dice:

-¡Señora! ¿Para qué quiere el arsénico?

-Para matar a mi marido, responde tranquila la señora.

-Disculpe, pero no le puedo vender para ese motivo, dice el tipo, dispuesto ya a llamar a la Policía. Pero entonces la señora saca de su bolso una fotografía en la que se ve a su marido con la hija del farmacéutico. El doctor mira la foto, trae un frasco y dice:

-¡Aquí tiene, señora. No sabía que traía receta!

Una vecina a otra:

-¡Oh! ¡Es increíble el parecido que tiene tu hijo con su padre!

-Sí, ya... ¡pero habla más bajo que mi marido está en casa!

-Hombre, Paco, pero tú, ¿desde cuándo llevas un pendiente?

-Desde que lo encontró mi mujer en el coche y le dije que era mío..

-Pepe, ¿por qué estás tan contento esta mañana?

-Cómo no voy a estar contento, si mi mujer me ha dicho que soy el mejor amante de todo el barrio.

-Mi mujer se ha escapado con mi mejor amigo.

-¿Con tu mejor amigo? ¿Quién es?

-No sé, pero quienquiera que sea, desde ahora es mi mejor amigo.