Honduras

EL HERALDO gana premio de la SIP por serie sobre niñez en Honduras

La organización otorgó una mención honorífica a este rotativo en la categoría de Derechos Humanos y servicio a la comunidad por una serie de reportajes de la explotación infantil

25.08.2016

Tegucigalpa, Honduras
EL HERALDO se hizo acreedor a una mención honorífica en los premios de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) 2016 por la publicación de una serie periodística sobre la explotación infantil en Honduras.

'El Jurado también decidió otorgar una Mención de Honor al trabajo 'Los niños del fango', de El Heraldo, Honduras', informó la SIP este jueves en su portal web.

El reconocimiento se obtuvo para la categoría de Derechos Humanos y servicio a la comunidad.

La SIP recopila que el trabajo periodístico de este medio destacó como 'una denuncia sobre violación a los derechos de los niños en Honduras. Explotación, abandono, esfuerzo físico, peligros latentes y abandono escolar'.

En ese sentido, la organización resolvió entregar este importante galardón debido a que 'a partir de su publicación el gobierno reactivó la Comisión Nacional para la Eliminación Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil, inactiva desde hacía cuatro años'.

En términos periodísticos, sobresale la 'originalidad en la presentación de los casos —cada día de la semana uno diferente—, donde se combinan magistralmente varios géneros: reportaje, crónica, entrevista y análisis', apunta Sociedad Interamericana de Prensa.

El equipo de este trabajo estuvo conformado por el director de EL HERALDO, Carlos Mauricio Flores, los periodistas Nusly Saray Carías Arguijo, María Antonia Ortiz Molina, Dennis Eduardo Domínguez Cárcamo y Marcel Alejandro Osorto Erazo; el editor gráfico Rafael Leonardo López, el infografista Manuel Enrique Rodríguez Castillo y el reportero gráfico Johny Amado Magallanes.

No hubo mejor momento de publicar la serie de investigación que a inicios de septiembre, en el marco del Día del Niño en Honduras.

Es la segunda ocasión que una investigación de EL HERALDO es reconocida de forma honorífica por la SIP. La primera fue por la serie Los rostros olvidados del sida.

Investigación
EL HERALDO publicó a inicios de septiembre del 2016 una serie de reportajes sobre las peores formas de explotación infantil en el país.

Desde los pequeños curileros, mejor conocidos como los niños del fango, en San Lorenzo, al sur de Honduras; pasando por los pequeños de plata que trabajan en las coheterías de Copán, en occidente, este rotativo hizo reflexionar sobre las condiciones del trabajo infantil.

Igual de impactantes fueron los casos de los pequeños mineros -o niños topos- de El Corpus (sur) y los infantes de la cal y las canteras en las rocas de Santa Bárbara (occidente).

También sacamos a luz el submundo oculto del trabajo infantil en la capital de Honduras: La cruel vida de los pepenadores en el basurero municipal y las redes de esclavitud sexual en que caen las niñas.

LOS TRABAJOS

Niñas atrapadas en escalofriantes redes de esclavitud sexual
Mis recuerdos empiezan ya como a los cinco años, “las tías”, bueno las que nos cuidaban ahí me pasaban tocando mis partes íntimas siempre.

En la mañana o antes de acostarnos, ellas nos acariciaban. Nunca me violaron. Yo creo que porque llegaban a revisarnos los doctores.

También los guardias de ahí nos manoseaban cuando íbamos para la escuela. A veces solo nos paraban y nos decían: “¡Vaya, a ver qué traes ahí!”, y nos metían mano. Sigue la lectura aquí.

Los niños del fango en San Lorenzo
El sol empieza a ser insoportable y eso que son las ocho de la mañana. En el embarcadero de la colonia Gracias a Dios, en la periferia de San Lorenzo, se escuchan risas y gritos infantiles, incluyendo las voces de Salvador y Alex.

Salvador, Alex, Chente, Michael, Marvin, Toño… dejemos los nombres y pongamos un número: 13 niños están listos para subirse a Titanic, una pequeña lancha de fibra de vidrio impulsada por motor, que se mece con la marea, pero que está lista para llevarlos hacia los tupidos manglares en busca de curiles.

La lancha parece zozobrar, pero ellos están tan acostumbrados que más bien ríen. Para ellos es un día normal, es un día cualquiera, es un día común. Para el equipo de EL HERALDO no lo es. Hemos entrado al mundo de los niños del lodo, del fango, hemos entrado al mundo de las peores formas de trabajo infantil. Sigue la lectura aquí.

Los niños de plata de Copán
Los niños de la aldea de Nueva Arcadia solo pueden ser dos cosas: trabajadores o ayudantes.

Luis, de 13 años, es el ejemplo de la imagen que vende afuera, y que confirma adentro, este municipio, localizado al sureste de Copán.

Llegar hasta él no fue fácil. Una hilera de modestas viviendas, unas de madera, otras de material, pero todas con llamativos rótulos de pirotecnia, fue una señal para que el equipo de EL HERALDO supiera que estaba en el lugar correcto. Sigue la lectura aquí.

Los pequeños de las canteras y la cal
El sudor se escurre entre las mejillas, las venas del antebrazo se ensanchan y un chasquido truena en los huesos de Luisito cuando golpea su almádana con fuerza contra una dura roca.

Sigue intacta la roca. Cinco golpes más, uno más fuerte que el otro y el último, que parte en dos la enorme piedra, regresa a través de sus redes nerviosas hasta llegar a estremecer la espina dorsal. -¡Ahhhh!-, exhala el muchacho con el cansancio a flor de piel.

Me acerco a conversar, las miradas se cruzan, un saludo cortante, nada de sonrisas y ni el radiante sol de 32 grados Celsius rompe el témpano de hielo que me pone enfrente este niño de 14 años. Sigue la lectura aquí

Los niños topos de las minas de El Corpus
Yacen en cuclillas de espaldas a Dios, en las fauces de una montaña que por oro su infancia les devora.

Confundidos entre las piedras, sin sombras que los cobije, hijos de la almádana y el pico, esclavos del nuevo siglo.

Niños topo, de espalda curva, rostro arrugado, manos atrofiadas y pies desplayados. Son inmunes al sol, a la incomodidad y al hedor. Sigue la lectura aquí.