Honduras

Daniel Ortega y Rosario Murillo, el rostro político de Nicaragua

El nombramiento de Rosario Murillo como compañera de fórmula presidencial causó revuelo entre la oposición del país

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24.08.2016

Managua, Nicaragua
La reelección para un tercer período de Daniel Ortega parece inevitable y apunta más allá: dejar a mediano o largo plazo a su esposa Rosario Murillo, quien lo acompaña en la fórmula presidencial.

Desde ya los políticos opositores hablan de una “dictadura familiar”, pero el pueblo pueblo habla bien de Ortega por los múltiples programas sociales que ha impulsado, a tal punto que, según la oposición, ha destinado más de tres mil millones de córdobas en esta proyección.

Es común ver en hogares humildes de Nicaragua un cerdo en un chiquero, una vaca parida o gallinas ponedoras cacareando donadas por el gobierno que otorga, además, la asistencia técnica del caso para mejorar la producción.

Oposición disminuida
El próximo 6 de noviembre, el gobernante Ortega, que lleva dos períodos en el poder, se someterá nuevamente a la voluntad de los electores, solo que esta vez con la mínima oposición pues en junio se retiró la Coalición Nacional por la Democracia, liderada por Luis Callejas.

La astucia de Ortega y el control absoluto que tiene sobre los tres poderes del Estado, instituciones fiscalizadoras, organismos electorales, ejército y policía, y las buenas relaciones que mantiene con la empresa privada -y parte de la misma oposición-, hacen del comandante un hombre inamovible en el poder.

Este 6 de noviembre 3.4 millones de nicaragüenses están convocados a los 4,313 centros de votación para elegir a un presidente de la República, un vicepresidente, 90 diputados propietarios a la Asamblea Nacional y 90 suplentes, más los 20 propietarios y 20 suplentes que representan al país en el Parlamento Centroamericano.

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La campaña política a favor de Ortega es la única que se ve en las calles y contiene mensajes claros respecto a sus pretensiones.

La campaña política a favor de Ortega es la única que se ve en las calles y contiene mensajes claros respecto a sus pretensiones.

Partidos y candidatos
Un total de 16 partidos participarán en esta tercera elección, uno de ellos solo en el nivel de diputados. Ortega, con su Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN), que ya estuvo en el poder entre 1979 y 1989, acude a este proceso aliado con ocho partidos.

El comandante sandinista disputará la presidencia con seis presidenciables, entre ellos: Máximo Rodríguez, del Partido Liberal Constitucionalista (PLC); y Pedro Reyes, del Partido Liberal Independiente (PLI), que va unido con el partido regional llamado Movimiento Unidad Costeño (Pamuc).

El PLI lo encabezaba el excandidato presidencial Eduardo Montealegre, pero perdió su postulación luego de una resolución del sistema de justicia que reconoció a Reyes como representante legítimo.

También acuden a esta fiesta cívica la Alianza Liberal Nicaragüense, liderada por el pastor Saturnino Cerrato. Igualmente, la Alianza por la República (Apre), representada por Carlos Canales; el Partido Conservador (PC), conducido por Erick Cabezas; y el partido Yatama (hijos de la madre tierra), que solo compite en el nivel de diputados.

Este partido lo lidera el dirigente misquito Brooklin Rivera. La actual es la séptima candidatura presidencial de Ortega, de las que ha ganado tres, sin incluir los cuatro años que coordinó la Junta de Comandantes, tras el triunfo de la revolución sandinista en 1979.

Dirigentes de partidos de oposición han estado protestando en los últimos días por lo que consideran falta de transparencia en el proceso electoral.

Los partidos de oposición que no se plegaron al gobierno están demandando elecciones libres el 6 de noviembre.

Proceso y transparencia
Mucho se ha hablado de la transparencia de este proceso. Una frase de Ortega llamó la atención de quienes lo adversan. “Observadores sinvergüenzas. Aquí se acabó la observación, que vayan a observar a otros países”, afirmó sin tapujos el presidente.

La frase, sin embargo, causó simpatía y agrado entre sus seguidores.

El excandidato presidencial Fabio Gadea Mantilla fue categórico en una entrevista con EL HERALDO: “Peor no podemos estar. Desde las elecciones de 2011, cuando se robaron la elección, han ido empeorando cada día las cosas. El Presidente no hace contacto con nadie, no le da declaraciones a nadie, no sale al pueblo, ha comprado medios de comunicación”.

EL HERALDO procuró sin éxito entrevistar al presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas.

Su portavoz, Félix Navarrete, prometió avisar, pero la llamada nunca se recibió. Tampoco fue posible hablar con alguien del gobierno.

En la página de Facebook del CSE, el presidente de este organismo aparece diciendo que entregó a los partidos políticos el “Reglamento de ética electoral” y promete respetar la libertad de expresión.

Con este reglamento, dice, los partidos “deben hacer de nuestros procesos una verdadera fiesta cívica y de participación ciudadana”.

Los partidos de oposición que no se plegaron al gobierno están demandando elecciones libres el 6 de noviembre.

Dirigentes de partidos de oposición han estado protestando en los últimos días por lo que consideran falta de transparencia en el proceso electoral.

Ambiente electoral
Durante el recorrido que hizo EL HERALDO se ve poca propaganda electoral en las calles. Y la que se observa es exclusiva del matrimonio Ortega Murillo.

Una gran valla con la foto de Ortega y su vicepresidenta en la entrada de León dice: “¡Vamos adelante!, en buena esperanza, en victorias. Cristiana, socialista, solidaria”. En la foto se ve a Ortega que levanta la mano derecha con su puño cerrado y ella aparece sonriente.

Este tipo de propaganda se repite generalmente en las entradas y salidas de los pueblos y ciudades, además es abundante y exagerada, como suele ocurrir en Honduras.

En Managua se ve un poco más de propaganda, siempre a favor del gobierno. Los postes de los tendidos eléctricos suelen exhibir fotos de Ortega y su esposa, que nunca falta. Frente a la Asamblea Nacional se produjo una manifestación opositora, encabezada por la excomandante guerrillera Dora María Téllez.

La comandante uno, que se hizo famosa en la toma del Palacio Nacional en 1978, advirtió que se viene en Nicaragua una “dictadura familiar”. Lo que sí está claro es que se avecina un nuevo mandato de Ortega y la seguridad es, indudablemente, una de sus principales banderas de lucha.