Honduras

Madre de niño con microcefalia: 'Pido a Dios que me lo preste más tiempo”

Katherine Ponce conversó con EL HERALDO y en la emotiva plática dio a conocer cómo es la vida de una familia que cría a un bebé con esta condición

    28.07.2016

    Tegucigalpa, Honduras
    Con una gran sonrisa en su rostro, Katherine Ponce carga a su pequeño Liam, de apenas dos años, mientras él todavía duerme.

    El pequeño nació con microcefalia y es todo un ejemplo de que la fe y la entrega de una madre sobrepasan los diagnósticos médicos. Ella conversó con EL HERALDO y en la emotiva plática dio a conocer cómo es la vida de una familia que cría a un bebé con esta condición.

    Recuerda que la primera vez que le dijeron que el fruto de su vientre no nacería sano su mundo se vino abajo.

    “Me dijeron que nacería con el cerebro de fuera, me puse a llorar descontrolada porque no me imaginé en nada que eso pasaría; me dijeron que dentro de mi vientre se iba a morir y que debían hacerme un legrado”.

    Pese al pronóstico, su deseo de tener a su hijo pudo más y se rehusó a practicarse el legrado y esperó los nueve meses para ver a su hijo nacer.

    “Cuando llegué a tenerlo no dije nada en el hospital, lo tuve y los doctores se sorprendieron, a los tres días lo vi, lo vi con su cerebro de fuera cubierto con una venda, me sentí rara, pero lo único que le pedí a Dios es que me lo dejara”, dijo la hermosa joven mientras acaricia el pelo de su bebé. Con una sonrisa busca frenar el llanto de recordar el momento en que vio a su pequeño en ese estado.

    En una humilde casa, Katherine cría a su pequeño Liam, de dos años, y a su hermano Dereck, de apenas tres meses de nacido.

    En una humilde casa, Katherine cría a su pequeño Liam, de dos años, y a su hermano Dereck, de apenas tres meses de nacido.
    Después de una seria operación, la mitad del cerebro del pequeño Liam fue retirado y salió del hospital con el fatal pronóstico de que solo viviría dos años. Sin embargo, esto no causó que Katherine se rindiera.
    “él me escucha, se mueve, juega, se ríe, siente cosquillas, yo me acostumbré a él, es mi bendición y lo amo y cada día le pido a Dios que me lo preste más tiempo”.

    Sin embargo, las complicaciones económicas llegaron con la condición de Liam, ya que la microcefalia ha causado que padezca de convulsiones constantes y esto representa altos costos. El niño es tratado en el Hospital Escuela Universitario (HEU), donde le recetan Fenitoína, sin embargo, la joven madre afirma que siempre le toca comprarla porque nunca hay en existencia.

    De la misma manera, el menor sufre de problemas intestinales que le complican su digestión, no obstante, hay muchos momentos en los que su madre agradece al Creador por haber conocido el amor de verdad cuando ve a su hijo moverse al son de las alabanzas que su abuela le hace escuchar.

    “Yo les digo a las madres de estos niños que acaban de nacer con microcefalia que les den amor, ellos nos llenan de mucho amor y son bellos, es difícil al principio, pero se puede salir adelante”, manifestó.