Honduras

Entierran los restos de familia que murió aplastada por roca en El Paraíso

La aldea El Victoriano llora este sábado la partida de cinco miembros de una familia que murieron soterrados por alud

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28.05.2016

Soledad, El Paraíso
Por instantes las lágrimas recorrían las mejillas de doña María García, madre de Wilmer (23) y David Cruz García (17), quienes la noche del jueves perecieron soterrados junto a sus tíos Santos Leónidas Cruz (50) y María Irene Álvarez (50) y su primo Leondan Cruz (14), tras un derrumbe.

Entre su dolor de madre, doña María dirigía su mirada hacia donde se encontraban sus siete hijos y su esposo Francisco Cruz y al verles se secaba el rostro y continuaba coordinando las actividades para darles cristiana sepultura a sus familiares.

“Es un dolor que como madre nunca voy a poder superar, pero mis hijos me dan la fortaleza que necesito para mantener junta a mi familia”, reflexionó.

Durante la caravana fúnebre conformada por al menos cinco vehículos, las personas que acompañaron a la familia al último adiós de sus seres queridos, se vieron en la necesidad de pasar por la zona donde había ocurrido la tragedia, donde recordaron a los sobrevivientes y las horas de angustia que pasaron en el lugar.

“Es un momento triste para toda la familia con solo recordar que hace algunas horas ahí vivía con mis padres y donde lastimosamente murieron mi hermano y primos”, declaró Kelvin Cruz, uno de los sobrevivientes.

El recorrido con los cadáveres continuó hasta la iglesia Santa María, ubicada en la aldea de Los Alpes, donde los familiares celebraron una misa de cuerpo presente y pidieron al Señor por el alma de los fallecidos.

El espacio de la iglesia fue insuficiente para albergar la enorme cantidad de personas que acudieron a la eucaristía para darles el último adiós a unos vecinos ejemplares.

La escena al interior de la parroquia era desgarradora, los cuerpos de los esposos Cruz Álvarez y su hijo Leondan estaban al frente del atrio, custodiados por sus siete vástagos y hermanos.

Mientras que los cuerpos de Wilmer y David Cruz García se encontraban a una distancia de dos metros de los ataúdes de sus tíos y primos.

Nunca voy a olvidar esas sonrisas tan agradables y lo cariñosos que fueron mis hijos conmigo, mi esposo les enseñó a trabajar y ellos siempre le obedecieron porque todas nuestras acciones están regidas bajo la voluntad de Dios”, reflexionaba doña Margarita.

Foto: El Heraldo

Familiares y amigos cargan los féretros rumbo al cementerio donde descansarán sus restos
Desconsuelo
“Uno nunca piensa que estas cosas puedan llegar a suceder, cada mañana que yo me levantó le pido al Señor por la salud de mi familia y por mis vecinos. Ahora son ellos quienes nos están apoyando en este momento tan difícil”, comentó don Francisco Cruz, hermano de Leónidas y padre de Wilmer y David.

Don Francisco reconoció que al momento del accidente no entendía los designios de Dios, pero luego de reflexionar y leer la Biblia asimiló que el Señor les había prestado a sus dos hijos y hermanos con un propósito.

Al concluir con la misa de cuerpo presente, los féretros fueron trasladados hasta el pequeño cementerio de la localidad, al cual se accede por una pronunciada pendiente.

“Gracias Señor por haberme prestado dos hijos maravillosos, con una sonrisa sin igual, cariñosos y sobre todo respetuosos de tu palabra, acógelos en tus manos”, fueron las últimas palabras de doña María al despedirse de sus hijos.
Don Francisco no se olvidó de sus siete sobrinos que ahora quedan huérfanos de padre y madre, y sin un lugar donde vivir.

“Le agradezco a todas las personas que nos ayudaron durante el rescate y velatorio de mi familia, pero también me veo obligado a hacerle un llamado al gobierno central y la alcaldía a que les ayuden a mis sobrinos a construir una vivienda, en un lugar seguro, donde les permitan sanar sus heridas y afianzar la relación de familia”, solicitó

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Grandes y pequeños lloran la pérdida de los cinco familiares
De acuerdo con las autoridades de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) la zona de la tragedia es una de las más vulnerables de El Paraíso. Y es que tras dos horas de intensa lluvia en ese sector el mortal alud fue inevitable.

De acuerdo con el alcalde municipal, Omar Sánchez, en la zona hay otras dos viviendas en peligro en las que habitan unas 20 personas. 'Gracias a Dios la roca se detuvo en la carretera y no llegó a las otras viviendas', afirmó el edil.

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