Honduras

El cambio de rol de la mujer en las pandillas

Muchas de estas mujeres iniciaron como las “compañeras sentimentales” de pandilleros pero con el tiempo se fueron involucrando de tal manera que ya forman parte esencial de las bandas criminales

22.04.2016

Tegucigalpa, Honduras
El papel de la mujer como el “sexo débil” quedó por siempre en el olvido. En Honduras, durante los últimos años, las cifras de detenciones de féminas vinculadas con el crimen organizado e incluso por ser cabecillas de las pandillas, han incrementado.

Muchas de estas mujeres iniciaron como las “compañeras sentimentales” de pandilleros pero con el tiempo se fueron involucrando de tal manera que ya forman parte esencial de las bandas criminales que atemorizan sobre todo al triángulo norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala.

Uno de los últimos casos es el de Ana Chanelly Córdoba, alias la China, supuesta miembro activo de la mara 18 y vinculada maritalmente con uno de los cabecillas presos.

La China está acusada de asesinar a un transportista en la ciudad de La Ceiba, crimen que quedó registrado en cámaras de video.

En 2014 se estimaba que el 20 por ciento de los integrantes en los grupos de antisociales en Honduras, se trataba de personas del sexo femenino.

¿Qué hace la mujer en las pandillas?

De acuerdo con autoridades hondureñas, el rol de una mujer dentro de una organización delictiva incluye el transporte de armas, drogas y hasta el cobro de impuesto de guerra, así como labores domésticas que conlleva la elaboración de comida para alimentar al grupo.

Para el caso, la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) informó que desde su creación ha detenido a 311 mujeres por el cobro del mal llamado 'impuesto de guerra'.

Del dato anterior, 221 féminas eran adultas, mientras que las restantes 92 corresponden a niñas de entre 12 a 17 años.

Además, estas mujeres tienen como obligación el cuidado de sus compañeros enfermos o que resultan heridos, según investigadores.

Entre sus compromisos está también servir como “objeto sexual” de todos los miembros de de siempre y cuando no estén en una relación con algún un líder pandilleril.

Según datos del departamento de Delitos Especiales de la Policía Nacional de Honduras, en 2014 varias de las mujeres que se integran a las pandillas estarían siendo entrenadas en sicariato.

Expertos señalan que en su mayoría, las mujeres integrantes de pandillas oscilan entre las edades de 18 y 30 años.

Personalidad

En cuanto a los rasgos de personalidad, expertos definen a las sicarias como mujeres frías y aseguran es más impulsiva que los hombres. Además, que no necesitan de algún tipo de alucinógeno para cometer cualquier tipo de asesinato o robo.

De acuerdo con estudios, las féminas ingresan a las pandillas por traumas que han sufrido en el pasado, como violaciones, maltrato y desintegración familiar, aspectos que las llevan a hundirse a este mundo oscuro que las sentencia muchas veces hasta la muerte.

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