Honduras

Mezcla de narcotráfico y pandillas plantea fuerte desafío a Centroamérica

Una pequeña pero creciente parte de la droga se está quedando en los países centroamericanos, que las mafias locales reciben a modo de pago por sus servicios.

09.04.2016

SAN JOSÉ, Costa Rica
El crecimiento del tráfico de drogas en Centroamérica y los nexos de las violentas pandillas con el narcotráfico y el crimen organizado en general, constituyen los principales desafíos a la seguridad en Centroamérica, señalaron este jueves en San José autoridades de la región.

'En El Salvador, hemos llegado a unas dimensiones en que las pandillas se están integrando al crimen organizado. Esta ya no es una amenaza exclusivamente de los países centroamericanos o de El Salvador', aseguró el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Salvadoreñas, Félix Núñez.

El militar es parte de las autoridades militares y policiales de Centroamérica, Estados Unidos y otros países que se reúnen en la capital costarricense en la Conferencia de Seguridad Centroamericana (CENTSEC 2016), que fue inaugurada este jueves.

Su colega hondureño, el general Francisco Alvarez, es del mismo criterio.

'La relación es cada vez más estrecha y peligrosa' entre las pandillas, responsables de la alta incidencia de homicidios en los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras) y el narcotráfico, advirtió Alvarez.

Para Alvarez es muy importante que todos los países del istmo 'compartan sus experiencias, intercambien información y definan estrategias conjuntas'.

- Mayor asistencia económica -

Centroamérica enfrenta un importante crecimiento del tránsito de cocaína producida en Colombia, Ecuador y Bolivia, países donde se ha triplicado la productividad por hectára en los últimos años, aseguró el ministro de Seguridad de Costa Rica y anfitrión del foro, Gustavo Mata.

'El 85% de esa droga va hacia Estados Unidos y el restante 15% hacia Europa, y la que pasa con destino a Norteamérica se está traficando por el mar Pacífico', aseguró el funcionario.

Una pequeña pero creciente parte de la droga se está quedando en los países centroamericanos, que las mafias locales reciben a modo de pago por sus servicios a los carteles, lo que ha complicado los problemas de seguridad interna, indicó el ministro.

Mata afirmó que ante esta tendencia, la única manera de enfrentar con éxito al narcotráfico es que 'los países trabajemos en forma conjunta' y que haya una colaboración más estrecha de parte de los países con más recursos.

En una alusión casi directa a Estados Unidos, Mata dijo que 'necesitamos embarcaciones que cumplan a cabalidad con lo que se quiere, aviones para poder entrar y salir del mar, helicópteros, drones), así como recursos financieros y de todo eso vamos a hablar en esta reunión'.

El jefe del Comando Sur del ejército de Estados Unidos, el general Kurt W. Tidd, quien participa en el encuentro, afirmó que Estados Unidos está 'comprometido a ser un socio igualitario y confiable' de los países centroamericanos en la lucha contra el crimen transnacional.

'He ordenado a las Fuerza de Tarea Bravo hacer un esfuerzo por mejorar nuestro común entendimiento y el intercambio de información, de manera que podamos encarar de mejor manera las actividades desestabilizadoras, la corrupción y el alcance transregional de las redes criminales', puntualizó el militar estadounidense quien, no obstante, no hizo referencia a un eventual incremento de la asistencia financiera con el istmo.
- Trabajar en bloque -

Según Mata, existen varios convenios de cooperación, pero en la práctica no funcionan: 'México está trabajando solo, Estados Unidos solo, Guatemala solo. Tenemos que trabajar en bloque y existen los instrumentos legales para hacerlo'.

El ministro costarricense dijo que uno de los objetivos de la conferencia es revisar los convenios vigentes y adecuarlos a las cambiantes exigencias de la lucha contra el crimen organizado.

Según datos del gobierno de Costa Rica y del Servicio Nacional de Guardacostas de Estados Unidos, los decomisos de cocaína solo en este país centroamericano pasaron de 5,983 a 7,996 kilos entre 2014 y 2015.

En criterio de Mata, esto es reflejo de un trabajo más efectivo pero también de un importante crecimiento del flujo de drogas desde Suramérica hacia Estados Unidos y Europa.