Honduras

VIDEO: Impactante testimonio de supuesto escolta de Julián Arístides González

El entrevistado aseguró que permaneció al lado del zar antidrogas durante toda su gestión en la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, llegando a ser su empleado de confianza

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05.04.2016

Tegucigalpa, Honduras
El miedo y la preocupación se apoderó del difunto titular de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN), Julián Arístides González Irías en los últimos meses de vida, siendo víctima de constantes persecusiones de parte de sicarios que buscaban el momento preciso para matarlo, ya que le habían puesto precio a su cabeza.

Así lo relata un supuesto guardespalda del extinto zar antidrogas durante un impactante testimonio que brindó en el espacio Interpretando la Noticia que se transmite por Radio y Globo Tv, cuya identidad no se reveló por motivos de seguridad.

El entrevistado aseguró que permaneció al lado de González Irías durante toda su gestión en la DLCN -ocho años- y no solo fue parte de su seguridad personal, sino que llegó a ser su empleado de confianza.

'Yo le sentí unos tres meses antes de morir como que empezaba a loquear, a decir palabras que 'me andan persiguiendo', cuando ibamos a dejar a la niña -su hija- allá a la escuela Los Pinares, él siempre se ponía a llorar con la niña, se quitaba los anteojos y los dos se ponían a llorar y sacaba un pañuelo se secaba las lágrimas y las de la niña también', expresó.

Prosiguió diciendo que 'un día de tantos de esos él me dijo: 'amigo si algún día nos hacen un atentado a nosotros y usted sale ileso se lo pido encarecidamente que me cuide a mi hija porque en esta tierra lo único que quiero es a mi hija, porque estamos en peligro ahorita''.

El escolta del exmiembro de las Fuerzas Armadas percibió que eran objeto de seguimientos, por lo que con papel en mano empezó a anotar los números de placas de esos automotores y los verificaba en un sistema de una computadora que tenía asignada, descubriendo que todos estaban plaqueados, es decir con registros falsos e ilegales.

EL HERALDO, líder en periodismo de investigación en Honduras, divulgó este lunes un trabajo sin precedentes sobre la planificación y posterior ejecución del zar antidrogas que implica a la cúpula policial y mandos intermedios del 2009.

Julián Arístides González había denunciado amenazas a muerte en el 2008 y aún así siguió desempeñándose en su cargo, foto: El Heraldo.

Julián Arístides González había denunciado amenazas a muerte en el 2008 y aún así siguió desempeñándose en su cargo, foto: EL HERALDO.
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Persecusiones
Aseguró que en una ocasión un vehículo color negro les dio persecusión cuando iba a dejar a la hija del exfuncionario y en otra oportunidad un automóvil se le atravesó en un reconocido negocio de la capital, del cual se bajaron dos mujeres que le intentaron despojar a la infanta, pero no lo permitió.

'Un día tanto de esos me dijo a mí: 'yo ya no quiero que usted ande conmigo porque yo sé que usted es una persona humilde, conozco a su familia y si un día a usted le pasa algo, su familia me va a echar la culpa a mí porque yo estoy en peligro'', comentó el testigo.

No obstante, él le respondió que 'no le tengo miedo a nadie, si no quiere que ande con usted voy a respetar su opinión, pero yo no le tengo miedo a nadie'.

La persona considerada de confianza le pidió explicaciones de lo que estaba pasando, por lo que el general en condición de retiro le contestó que lo andaban persiguiendo y no queria que él también fracasara.

De un momento a otro le trajeron otro miembro de seguridad que le decían El Chino, pero lo investigó y luego retorno a brindarle protección personal porque no confiaba en nadie más, indicó.

Pacto
El guardaespalda detalló que 'él hizo un pacto con la familia, porque se sentía perseguido, que se iban ir a Estados Unidos a vivir, incluso ya tenía su lugar donde iban a vivir que era en Phoenix, Arizona, entonces toda la familia se fue para Estados Unidos y él nunca pudo arrancar'.

Puntualizó que el zar antidrogas tenía el anhelo de irse con su amada hija, pero no fue posible. Incluso conversó una vez con un agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA), a quién le dijo que no abandonaba el país debido a que esperaba que ella terminara de estudiar.

El estadounidense le preguntó de que viviría en la nación del norte, a lo que 'El Tieso', como era conocido por sus subalternos, le admitió que no tenía ahorros, nunca había robado y que se dedicaría a trabajar para mantener a su hija y convertirla en toda una profesional, recordó el allegado.

Se salva de morir
'Una semana antes de matarlo a nosotros nos perseguían muchos carros y un viernes nos siguieron dos carros de allá de El Hatillo y bajando a Casamata dos motos nos persiguieron y como andaba con la Uzi (un tipo de subfusil) yo la puse lista para una moto ahí; la sospecha que me dio a mí es que cuando a la par mía está otra moto acelerando, yo estaba tigre en el momento y por eso no lo asesinaron ese día', describió.

El encargado de preservar la vida de la máxima autoridad de la DLCN de aquel entonces agregó que 'después arracaron para abajo esas motos y no tenía esa moto pasarse al lado izquierdo sobre nosotros porque estaba al lado del barranco y si mi general deja ir un poquito el carro lo amontona todo, pero estaba un carro que nos estorbaba la pasada en la bajada a la 21 de octubre, yo miré ese carro sospechoso porque no nos daba la pasada'.

A partir del mediodía del lunes tuvo una reunión con oficiales de altos rangos, 'solo estrellas', en el aeropuerto por lo que le solicitó que restringiera el paso a cualquier persona ajena, contó.

El entrevistado precisó que 'como a la 1:20 pm terminó la reunión me dijo vámonos porque voy a comprar un ramo de flores para un amiga que se murió el otro día que le iba a poner a Suyapa que era una viejita que le regalaba un piano para tocar'.

Últimos momentos
'En la tarde llegamos a la oficina y me dice mañana no venga -que era el martes- porque voy a ir yo solo a traer a la niña, además tengo ganas de manejar y me dice 'deme el carro, usted se va en el otro que este es carro de hombre'', sostuvo.

El escolta añadió que 'a mí lo que me salva que no me echan culpa a mí, que no estaba confabulado es que él me despachó delante de todo empleado, hay pruebas y me dice váyase para su casa temprano y no me vaya a traer mañana con don Luis que es el conductor de nosotros'.

Aunque lo despachó a las 5:00 de la tarde, afirmó que le pidió que se viniera temprano a guardarle un parqueo, ya que a él no le gustaba andar peleando por ese motivo.

'Después se fue para Santa Lucía a dejar a la cipota y yo lo estuve esperando porque el era un relojito suizo que nunca faltaba a las 7:30 am ahí y cuando eran las 7:40 am le digo a don Luis 'es tarde, el general' y vine yo y le timbre al teléfono y no sabía que pasaba, a las ocho en punto que tenía que estar en una reunión le timbre otra vez y el teléfono solo sonaba y el hombre ya estaba muerto', relató.

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