El Vía Crucis que recuerda la Pasión y Muerte de Jesucristo inició esta mañana en el centro histórico de Tegucigalpa, encabezado por el cardenal de Honduras Andrés Rodríguez.
El máximo jerarca de la Iglesia Católica de Honduras ofreció la Vía Dolorosa a los que sufren y para la conversión de los violentos.
En su mensaje ante cientos de feligreses que acompañan las Estaciones de la Cruz, Rodríguez fustigó la injusticia en la espalda de los trabajadores.
'La cruz se va a hacer más ligera si la llevamos con Jesús y la alzamos todos juntos tratando de ayudar a los que más necesitan', expresó.
Rodríguez pidió también orar por toda Honduras 'que sigue cargando muchas cruces' y 'luchar por una sociedad más fraterna, más justa, más llena de amor y no de odio'.
Pidió por los 'migrantes retornados que tantas veces vuelven con sus cuerpos mutilados después de sufrir, a tantos que vuelven con sus sueños hechos trizas y sin nada'.
'Oremos por todos aquellos que por diversas razones han tenido que migrar de nuestro país', clamó el prelado hondureño.
Madres
'Cómo sufre una madre de un niño con cáncer', dijo el cardenal Andrés Rodríguez en la cuarta estación, al recordar a las madres que velan en las noches con las luces encendidas 'temblando por los jóvenes abrumados por la inseguridad, o en las garras de las drogas y del alcohol'.
Lamentó los peligros que acechan a los jóvenes que quieren salir a divertirse sanamente y pidió orar por las madres que han visto morir a sus hijos en hechos violentos.
Padres irresponsables
En su mensaje, el cardenal pidió pensar en los padres irresponsables que abandonan a sus familias y también en aquellos que son responsables y que comparten su fe.
'La fe de todos los padres de familia debe dar cristianos para la sociedad. Aquí está la medicina contra cualquier egoísmo'.
Agregó que 'solo con el corazón abierto al amor de Dios podemos estar impulsados' a los demás.
Cireneos
Andrés Rodríguez se refirió también a los jóvenes que entienden el voluntariado 'y se entregan a servir y ayudar así como el cireneo ayudó a Jesús a llevar la cruz'.
Pidió orar por todos los voluntarios, 'pensemos en la Cruz Roja, pensemos en los Bomberos, pensemos en los agentes de la seguridad, para ellos no hay Semana Santa' porque están pendientes de gente que se desborda en las carreteras y que se desboca en el alcohol durante esta temporada.
Los que sufren
'El rostro de todos los que sufren es el rostro de Jesús', dijo el prelado hondureño en otra de las estaciones del Vía Crucis, en la que recordó el llamado del Papa Francisco de 'no globalizar la indiferencia'.
Se refirió a quienes no reciben asistencia ni compasión y mueren de soledad, 'por eso hoy queremos orar por los rostros desfigurados que día a día encontramos y no somos capaces de reconocer en ellos el rostro de Jesús'.
Los que sufren en prisión
En otro mensaje durante la séptima estación del santo Vía Crucis, el cardenal hondureño lamentó las condiciones de hacinamiento en la que se encuentran muchos presos en Honduras, que cumplen entonces una 'doble pena'.
Además, lo difícil que resulta su rehabilitación e inserción social y moral aún cuando han cumplido su pena, pero siguen siendo llamados exreos.
También se refirió a la prisión en la que viven muchos niños que son víctimas de abuso, maltrato e indiferencia.
Entre los casos, señaló aquellos menores que son obligados a mendigar por adultos que luego les quitan esas ganancias, o que son incitados al mal por mayores inescrupulosos.
No más feminicidios
En la octava estación, el cardenal hondureño pidió a los fieles llorar 'los pecados no confesados' y se dirigió a quienes 'descargan sobre las mujeres la violencia que llevan dentro'.
Clamó también por las mujeres esclavizadas por el miedo, que son víctimas de explotación y de la trata de personas.
'Jesús quiere que las mujeres sean amadas como un regalo inviolable para toda la humanidad, que en Honduras no haya más feminicidios, que se acabe ese crimen horrible y que aprendamos a respetar la dignidad de toda mujer'.
Y pidió respeto para cada mujer 'así como respetamos a nuestra madre de la tierra y a nuestra madre del cielo'.
Vida nueva
En novena estación, en la que Jesús cae por tercera vez, el cardenal Rodríguez llamó a los cristianos a levantarse de sus caídas y 'que nunca sintamos que no podemos más' para comenzar una vida nueva.
