TEGUCIGALPA, Honduras
Un niño de 7 años al que le explotó un cohetillo en la cara fue ingresado de urgencia al Hospital San Felipe, en la capital de Honduras.
La detonación que sufrió el pasado 24 de diciembre le causó severos daños en su ojo izquierdo, el que podría perder, señaló el doctor Pedro Meza.
El niño es originario de la comunidad de Cuyamel, en Olancho, al oriente de Honduras.
Según trascendió, sus padres le dieron 20 lempiras durante las celebraciones de Nochebuena y, a pesar de que le habrían dicho que no comprara pólvora, el menor adquirió el producto inducido por un hermanito mayor.
Después de sufrir el accidente que le laceró el ojo izquierdo, sus padres pretendieron mantenerlo oculto y fue hasta hace poco-debido a la gravedad que mostraba- que lo llevaron a una clínica privada, de donde lo remitieron al San Felipe.
El menor será sometido a una intervención quirúrgica, 'ojalá se le pueda salvar el ojo, aunque el niño asegura no poder ver nada', dijo Meza.
Con este caso, suman seis los hondureños quemados por pólvora durante la temporada navideña en Honduras, pese a la prohibición de venta del producto.
Omar Mejía, de la fundación del Niño Quemado, manifestó que pese a las campañas para evitar el uso de pólvora, estas son ignoradas por muchos hondureños que no toman conciencia de que el más afectado es el pequeño de la casa.
Un niño de 7 años al que le explotó un cohetillo en la cara fue ingresado de urgencia al Hospital San Felipe, en la capital de Honduras.
La detonación que sufrió el pasado 24 de diciembre le causó severos daños en su ojo izquierdo, el que podría perder, señaló el doctor Pedro Meza.
El niño es originario de la comunidad de Cuyamel, en Olancho, al oriente de Honduras.
Según trascendió, sus padres le dieron 20 lempiras durante las celebraciones de Nochebuena y, a pesar de que le habrían dicho que no comprara pólvora, el menor adquirió el producto inducido por un hermanito mayor.
Después de sufrir el accidente que le laceró el ojo izquierdo, sus padres pretendieron mantenerlo oculto y fue hasta hace poco-debido a la gravedad que mostraba- que lo llevaron a una clínica privada, de donde lo remitieron al San Felipe.
El menor será sometido a una intervención quirúrgica, 'ojalá se le pueda salvar el ojo, aunque el niño asegura no poder ver nada', dijo Meza.
Con este caso, suman seis los hondureños quemados por pólvora durante la temporada navideña en Honduras, pese a la prohibición de venta del producto.
Omar Mejía, de la fundación del Niño Quemado, manifestó que pese a las campañas para evitar el uso de pólvora, estas son ignoradas por muchos hondureños que no toman conciencia de que el más afectado es el pequeño de la casa.
El 24 de diciembre, una niña de 10 años al que le explotó un mortero fue ingresada a urgencias del Hospital Escuela Universitario, donde le amputaron el dedo meñique de la mano derecha.
'No les vendan pólvora a los cipotes', fue el llamado que hizo después su madre a los dueños de pulperías.
También en San Pedro Sula, al norte de Honduras, una adolescente de 15 años fue ingresada al Hospital Mario Catarino Rivas, donde no le pudieron salvar cuatro dedos de su mano izquierda.
