Honduras

Reelección es viable en la mayoría de países

La reelección presidencial está prohibida en Honduras, Guatemala, México y Paraguay.

09.12.2014

Tegucigalpa, Honduras

La reelección presidencial se convirtió en un debate temporal en la mayoría de los países del mundo sobre todo cuando fue promovida desde las esferas del poder pero, al final, se impuso ese derecho independientemente de las vías utilizadas.

En América del Sur, con el ingreso al poder de los partidos de izquieda, la reelección presidencial se puso de moda en los últimos años en Venezuela, Ecuador y Bolivia.

En el continente, solo cuatro países expresan en sus constituciones una prohibición absoluta a todo intento de reelección presidencial: las de Honduras, Guatemala, México y Paraguay.

El resto de países contemplan varias opciones de reelección, que pueden ser indefinida, inmediata o alterna.
En Estados, la reelección puede ser inmediata o contínua, pero solo por un período presidencial.

En México, donde el período presidencial es de seis años, está prohibida la reelección presidencial.

De Centroamérica, solo Guatemala y Honduras tienen prohibición absoluta en sus cartas magnas. En Guatemala el ex general golpista, Efraín Ríos Mont, ya siendo civil, quiso postularse a la Presidencia, pero el sistema de justicia se lo negó.

En El Salvador la Constitución no precisa con claridad si un ciudadano que ha ocupado la titularidad del Ejecutivo puede buscar la reelección alterna, pero tampoco la prohíbe.

En Panamá está permitida la reelección alterna, pero solo diez años después de haber ocupado la silla presidencial, es decir, que hayan pasado dos períodos presidenciale.

En 1998, el presidente Ernesto Pérez Balladares, del Partido Revolucionario Democrático (PRD, socialdemócrata) convocó a un referéndum para la reelección inmediata, pero su proyecto fue rechazado por un 63.8 por ciento de la población consultada.

En Honduras, en 2009 el entonces presidente Manuel Zelaya promovió la reelección presidencial mediante una consulta popular conocida como Cuarta Urna, pero eso le costó el cargo al ser capturado y enviado fuera del país.

En Nicaragua la Asamblea aprobó el 28 de enero de este año una reforma a 51 artículos de la Constitución, que entre otros aspectos permite la reelección indefinida, reduce el porcentaje de votos para ser electos y aprueba la segunda vuelta electoral.

De esta forma, el presidente Daniel Ortega allanó el camino jurídico para postularse de nuevo, en 2016, a la Presidencia de la República gracias al control que tiene del Poder Legislativo y de la Corte Suprema de Justicia.

La reforma constitucional en Honduras entrará en vigor en los próximos días cuando sea publicada en el diario oficial La Gaceta.

Las reformas sandinistas también autorizan a que los militares activos puedan ocupar cargos en el gobierno y otorgan mayores poderes al presidente Ortega para gobernar por decretos con fuerza de ley.

La Corte Constitucional de Ecuador aprobó que la enmieda a la Constitución para permitir la reelección presidencial indefinida, puede ser resuelta por parte de la Asamblea Nacional, sin necesidad de convocar a una consulta popular, como exige la oposición. De esta manera, el presidente Rafael Correa tiene todo el camino expedito para postularse para un nuevo período presidencial.

En Venezuela es donde más se ha hablado de reelección presidencial desde el arribo al poder del extinto Hugo Chávez.

En 2007 en ese país se sometió a plebiscito una reforma constitucional que buscaba la reelección, pero no pasó; sin embargo, dos años después se repitió y fue aprobada la reelección consecutiva.

En Bolivia se discute si cabe computar el período corriente como “primer período”, como ocurrió en el pasado en Argentina y en Perú.

Tipos de reelección presidencial

Hay tres tipos de reelección presidencial: la contínua, alterna e indefinida.

Las hay de las tres formas en casi todos los países del mundo, pero de todas la contínua es la que más ha generado debates entre las clases políticas.

La reelección sucesiva tiene la ventaja para un presidente de la República que le permite darle seguimiento a sus proyectos. Políticamente saca ventaja porque aprovecha el poder para darse propaganda.

Tiene la desventaja de que la oposición puede sacar provecho de sus errores políticos, de su desgaste en el gobierno para arreciar la crítica.

En Honduras nunca ha habido reelección presidencial porque los políticos han tenido tendencia a quedarse en el poder.

El nacionalista Tiburcio Carías Andino tuvo una peculiar forma de perpetuarse en el poder durante 16 años (1933-1948). Al final de cada mandato, la Secretaría del Congreso se inundaba de telegramas provenientes de alcaldes, gobernadores políticos y líderes comunitarios pidiendo la continuidad del gobierno.

Haciendo caso a esa “demanda popular” el Congreso Nacional, constituido por mayoría nacionalistas, aprobaba la reelección.

Al elaborarse la Constitución, en 1980, los constitucionalistas consideraron que era necesario blindar la Carta Magna prohiendo la Constitución, incluso imponiendo penas, porque el país venía saliendo de casi veinte años de regímenes militar que llegaron al poder mediante golpes de Estado.