Después de cinco años encarcelado injustamente en México, Ángel Amílcar Colón retornó a Honduras.
Colón llegó esta mañana al aeropuerto internacional Toncontín de la capital de Honduras, acompañado por el equipo de abogados del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), Luis Tapia y Denise Gonzalez, que asumieron su defensa desde julio de 2014, fueron recibidos por miembros del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) y la Fundación Martin Luther King
'Estoy feliz de estar en Honduras', dijo ante los medios de comunicación que aguardaban su llegada a la terminal aérea.
Colón permaneció más de 67 meses detenido en una cárcel de máxima seguridad en México y logró recobrar su libertad el pasado 15 de octubre tras diversas gestiones de organismos de derechos humanos internacionales y de Honduras.
Al hondureño le fue otorgada una visa humanitaria para que pudiera permanecer en México y compartir con su familia y amigos en el país norteamericano.
'La libertad de Ángel Amilcar Colón es un triunfo del pueblo hondureño y debemos sentirnos satisfechos por ello', manifestó por su parte Roberto Herrera Cáceres, titular del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh).
Como parte de su agenda, la comitiva del Centro Prodh y Ángel Colón se reunirán este lunes, en horas de la mañana, con el ombudsman hondureño.
Antecedentes
Ángel Colón, de 38 años, nació en la comunidad de Plaplaya, municipio de Juan Francisco Bulnes, departamento de Gracias a Dios, al este de Honduras.
El 7 de enero de 2009 partió de Honduras hacia la ciudad de Nueva York, pero fue detenido por autoridades mexicanas el 9 de marzo de ese mismo año, cuando fue acusado de diversos delitos bajo tortura.
El 21 de julio, Amnistía Internacional lo declaró preso de conciencia por considerar que la tortura y el maltrato de la que fue víctima tuvo un factor de discriminación racial por su origen afrodescendiente garífuna y resultó en su encarcelamiento en un procesamiento injusto.
Desde el 24 de julio del presente año, el Conadeh se dirigió a diversas autoridades nacionales e internacionales con el propósito de apoyar al migrante hondureño, hasta lograr su libertad.
Como parte de las diligencias, el 16 de agosto remitió una serie de documentos a la Procuraduría General de la República de México a través del Centro Prodh, donde se destaca que Ángel Colón es un defensor de los derechos humanos en Honduras con una hoja de antecedentes limpia en el país.
Luego de su liberación, Colón narró el “infierno” que vivió durante su cautiverio en el Cefereso No. 4 en Tepic, Nayarit, una cárcel de máxima seguridad en México.
Lamentó que durante estuvo privado de su libertad perdió a su hijo, un hermano, una sobrina, una tía y a su madre, sin que la dieran la oportunidad de contactarse con el resto de sus familiares.
En su testimonio cuestionó el papel de las autoridades mexicanas por haberlo acusado sin tener pruebas y hacerlo vivir un “infierno” en una cárcel en la que incluso bebía agua contaminada y en la cual la mayoría de los internos padecían diarreas por el tipo de comida que les proporcionaban.
“Las autoridades violaron mis derechos lo que es la asistencia consular, la violación del debido proceso, 15 horas estuve bajo la retención de la Policía Federal, me entregan después al Ministerio Público, estos me entregan al Ejército mexicano para ser interrogado bajo tortura”, declaró.
Colón fue liberado luego que la Procuraduría General de México no encontrara méritos para que continuara privado de su libertad.
