El debate sobre la conveniencia o no de autorizar la libre comercialización en Honduras de la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE) ha llegado a límites no imaginados.
La PAE, conocida también como “píldora del día después”, fue prohibida en Honduras desde 2009 luego de un acalorado debate que se generó entre grupos feministas, las iglesias y Pro-Vida, una organización que está en contra del aborto.
Hace dos semanas, el diputado nacionalista por Atlántida, Antonio Leva Bulnes, presentó un proyecto de decreto que deroga la prohibición de la píldora en Honduras.
El proyecto fue turnado a la Comisión de Salud que esta semana inició un proceso de consultas con los sectores interesados, reuniéndose con especialistas de la Organización Mundial de la Salud y con dirigentes del movimiento de Mujeres Visitación Padilla, que manejan un criterio a favor del uso de dicho anticonceptivo.
La próxima semana, la consulta es a las iglesias Católica y Evangélica y al grupo Pro-vida, y luego continuará con el Colegio Médico de Honduras.
Según ha trascendido, hay sectores que manejan posiciones radicales, por lo que miembros de la Comisión de Salud del Congreso han sugerido que para resolver esta polémica bien podría convocarse a un plebiscito.
Las posiciones extremas siguen predominando en la discusión del tema. Por una parte, sectores religiosos y organismos ligados con movimientos defensores del derecho a la vida insisten en que la pastilla del “día después” es abortiva y provoca serios daños en la salud de las mujeres.
En la cámara legislativa se ha abierto margen para una especie de jornadas de socialización, promovidas para que los diferentes segmentos de opinión pública intercambien información y expongan sus tesis acerca del tema de los principios morales, la planificación familiar y los métodos de anticonceptivos.
Vale recordar que en febrero del 2012 la Corte Suprema de Justicia (CSJ) emitió un dictamen que prohibió el uso de esta píldora por considerarla abortiva.
Sin embargo, la tendencia del gobierno, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es a eliminar las restricciones.
A criterio de representantes de la Iglesia Católica, la propuesta que actualmente se debate en el Congreso es inaceptable y atenta contra el más preciado derecho humano.
Según investigaciones científicas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) y del Banco Mundial, entre otras, la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE) no es abortiva, aunque hay otras organizaciones y especialistas como la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) que opinan lo contrario.
