Expertos en el tema electoral, políticos y economistas estiman que solo con equipos prestados o alquilados se podría implementar en Honduras el voto electrónico en las elecciones generales del mes de noviembre de este año.
Venezuela, Chile, Brasil y México son países que ya cuentan con esta estructura.
De ahí que muchos coincidan que el voto electrónico en efecto puede aplicarse en Honduras, pero mediante programas piloto en los principales centros urbanos del país.
Hace cuatro o cinco años, el precio de una máquina para ejercer el voto electrónico oscilaba entre 1,200 y 1,500 dólares, lo que representaría una inversión para el Estado aunque puede ser relativa a lo que el país gasta en material de imprenta (votos, papeletas, formularios, urnas).
Esta es la tesis de dirigentes de partidos como el Anticorrupción (Pac); Alianza Patriótica y Libre, quienes temen que un fraude monumental, como el denunciado en las elecciones internas de 2012, pueda repetirse en las generales de noviembre próximo.
Sin embargo, esta decisión está en manos de los candidatos presidenciales, que este miércoles (mañana) se reunirán con las autoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para establecer si hay o no condiciones económicas y logísticas para llevar a la práctica el voto electrónico en noviembre.
El magistrado del TSE, David Matamoros, confesó la semana pasada que “el ingrediente más importante para el voto electrónico es la voluntad política, y si dicen que sí, eso requiere primero que los técnicos digan si es factible o no es factible”.
Matamoros afirma que un panel de especialistas estudia el tema, y espera que los partidos políticos hagan lo propio y establezcan si es factible implementar ese sistema, tomando en cuenta el tiempo que falta para el próximo proceso electoral, los recursos financieros y la capacidad para licitarlo, así como adjudicarlo.
“Esperamos que ellos (los candidatos presidenciales) nos digan claramente: ‘estamos de acuerdo con el voto electrónico’, porque si no hay un consenso es muy complicado implementarlo, es para que la decisión no sea nuestra, si no que sea una decisión técnica”, arguyó.
Matamoros agregó que si hay consenso entre todos los candidatos la discusión continuará, “pero si no hay consenso para qué perder el tiempo con especialistas, con técnicos, analizando la viabilidad”.
En cuanto al tema de la transparencia del proceso, Matamoros justificó que hay países en los que se han denunciado fraudes escandalosos, pese a tener sistemas electrónicos de votación.
“El proceso es bastante complejo, hay países que han tenido el voto electrónico y han retrocedido. Paraguay pidió las computadores prestadas de Brasil porque se había hablado de que había mucha corrupción, mucho manoseo, que había mucho fraude en las elecciones de Paraguay. Entonces se pasaron a las computadoras y el fraude fue mayor todavía”, agregó.
Según el magistrado, el problema no está en el sistema si es manual, “sino que probablemente en otros valores y también en el tema de integración de la meta. Nosotros hoy por hoy en esta elección, si no se cambia nada, vamos a tener 292 mil funcionarios en las elecciones, 120 del Tribunal y 291 mil 880 nombrados por los partidos”.
Añadió que el problema no está en el sistema que se implementa en el país. El gran problema radica en las mesas electorales, con la representación de los partidos políticos, “un sistema de esos no me dice quién es el responsable, quién es el responsable realmente si no sabemos quién van a estar en la mesa”.
