Desde que en 1955 se le concediera el derecho a ejercer el sufragio, la mujer hondureña ha ido escalando posiciones y abriéndose camino en diferentes espacios de la vida nacional.
Su campo de acción abarca el ámbito político, social, jurídico, literario, empresarial y humanitario.
Una mujer está al frente de la máxima casa de estudios del país y se ha convertido en un personaje de referencia nacional e internacional por su valentía, visión y gestión en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Su nombre es Julieta Castellanos.
En las máximas esferas del poder político en Honduras se encuentra la designada presidencial María Antonieta Guillén.
Maribel Lieberman
es inspiración para muchos emprendedores hondureños con su empresa de famosos chocolates en Nueva York.
La escritora Helen Umaña
es una de las máximas autoridades en la crítica e investigación literaria hondureña.
Rosa Elena de Lobo, Primera Dama de Honduras, ha dado continuidad a la labor social que han desarrollado sus antecesoras en la Casa Presidencial.
En el Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR), Sor Valdette Willeman
recibe con la mejor sonrisa que puede brindar el país a los hondureños que son deportados de Estados Unidos.
Sor María Rosa Leggol, fundadora de la Sociedad Amigos de los Niños, es uno de los personajes más queridos y admirados en el país por su lucha infatigable en favor de los más vulnerables.
La expresidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Vilma Morales es la actual titular de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS).
Una mujer, María Elena Mondragón, rectora también la política financiera del país desde la presidencia del Banco Central de Honduras (BCH).
Y Aline Flores
ganó con amplia ventaja la presidencia del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) en el competitivo mundo empresarial.
Diez nombres, diez casos, de mujeres hondureñas que han logrado trascender, demostrando que cuando se quiere se puede.
