Honduras

Honduras: Crisis en educación se agudiza

La Secretaría de Educación planea realizar pruebas de Evaluación de Rendimiento Académico en Matemáticas y Español a 1.7 millones de estudiantes el próximo 27 de noviembre.

07.04.2014

Cada día que pasa, la solución a la crisis educativa
en Honduras parece alejarse más.

Los dirigentes magisteriales anunciaron ayer que la nueva medida, en represalia contra la Secretaría de Educación por haber roto el diálogo, es sabotear las pruebas de Evaluación de Rendimiento Académico.

El sistema educativo nacional atraviesa una crisis porque el gobierno y los docentes definieron no continuar con los diálogos sobre diversas problemáticas que afectan el sector y que durante este año ha dejado como saldo la pérdida de 22 días de clases, en promedio.

Ambos sectores se han cerrado en sus posiciones y todo apunta a que será casi una utopía pensar que se vuelvan a sentar a la mesa del diálogo, al menos en el corto plazo.

De hecho, la dirigencia magisterial convocó para este jueves a las 3:00 pm a todos sus agremiados para participar en una protesta que se dirigirá hacia un punto que mantienen en reserva “por cuestiones de estrategia”. En esta marcha también participarán las centrales obreras y los sindicatos.

Así se rompió el diálogo

La semana pasada las centrales obreras, a través de Daniel Durón, secretario de la Central General de Trabajadores (CGT) y José Luis Baquedano, secretario general de la CUTH, mediaron para que docentes y gobierno se sentarán de nuevo a las mesas (el martes).

El reencuentro fue momentáneo y la segunda plática, pactado para el jueves, nunca se llevó a cabo. El gobierno exigió que para continuar con las negociaciones los dirigentes debían firmar un acta de compromiso para mantener las aulas abiertas hasta el 21 de diciembre.

Patricia Gómez, vicepresidenta del Colegio de Pedagogos de Honduras (Colpedagogosh), analizó que por dos razones no se firmó ese documento: porque les restringe el derecho a protesta y porque el año lectivo termina el 30 de noviembre.

Se agudizó “el divorcio”

Desde entonces, la relación se volvió casi insostenible.

El ministro de Educación, Marlon Escoto, calificó a la mayoría de los dirigentes magisteriales de “usureros”.

Escoto sostuvo que la problemática en Educación la generan los líderes magisteriales y es por un interés económico.

Sus informaciones revelan que la mayoría de los líderes y sus colegios hacen negocio con sus afiliados.

Escoto dijo que los gremios otorgan créditos a los profesores a una tasa altísima.

Escoto anunció, además que a partir de este mes ya no se realizarían las retenciones que los profesores hacen por concepto de aportaciones a los seis colegios magisteriales, para evitar seguir fomentando ese negocio.

Pero lo que vino a terminar de caldear los ánimos fue una segunda acusación de Escoto contra los líderes magisteriales.

Según el ministro “quieren parecer mártires” ante sus bases para “reelegirse en sus cargos e, incluso ganar adeptos como aspirantes a diputados”.

Escoto declaró que “ya están reformando sus estatutos de sus colegios para ser reelectos”.

Escoto busca reelección

Ante esos señalamientos los maestros lanzaron una contraofensiva.

Óscar Recarte, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh) declaró ayer que el ministro de Educación se jacta de ser recto, pero “él también ya está modificando la Ley de la Universidad Nacional de Agricultura (UNA) para seguir otro período”.

Recarte dijo que “el ministro sabe que está haciendo un mal trabajo y ya el presidente Porfirio Lobo Sosa está preparando un segundo serrucho... el otro año el ministro Escoto no seguirá en Educación y por eso quiere asegurarse otro período como rector de la UNA”.


El sabotaje a las pruebas

La Secretaría de Educación anunció hace 15 días que realizará el 27 de noviembre próximo una Evaluación de Rendimiento Académico de Español y Matemáticas a estudiantes de primero a noveno grado del sistema educativo público.

Pero el llamado de la dirigencia magisterial es para sabotear la celebración de esa medición.

“El problema es que el ministro no quiere un instrumento para mejorar la calidad educativa, lo que busca es un arma para decir que los maestros no servimos para nada, por eso les pedimos a los profesores que no dejen entrar a estos evaluadores a los centros educativos”, dijo Recarte. El líder magisterial comentó que durante este año y los anteriores ya se han hecho evaluaciones de este tipo e, incluso por órganos externos de la Secretaría, es decir “con mayor seriedad”.

“Sabemos que los evaluadores irán acompañados con militares para garantizar su seguridad, lo que recomendamos a los compañeros es que les pidan a los estudiantes que no vayan a clases ese día”, sugirió Recarte.

La prueba se efectuará en cerca de 13,000 centros educativos y cubrirá a 1.7 millones de estudiantes, según detalló el ministro Escoto.

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