El consumidor final gozará de un descuento de un lempira en el galón de diésel y hasta 1.53 de lempiras por galón de gasolina, a partir de la vigencia de la ley que establece como unidad básica de venta, entrega y comercialización del producto a una temperatura de 60 grados Fahrenheit.
El decreto establece que los beneficios económicos con la aplicación del ajuste de temperatura a nivel de los 60 grados serán trasladados en su totalidad a los consumidores a través de la estructura de precios que fija la Comisión Administradora de Petróleo (CAP), de acuerdo con la fluctuación del costo del petróleo a nivel internacional.
Esta ley provocará un ahorro al Estado de Honduras por más de 500 millones de lempiras anuales, cantidad que quedaba en manos de los importadores, según las explicaciones de los técnicos que participaron en el debate.
La polémica ley de los 60 grados fue aprobada ayer por el Congreso Nacional con una concurrencia de 119 diputados.
El dictamen ingresó al pleno después de haber sido consultado con expertos jurídicos y técnicos del tema, tanto del gobierno como independientes.
A la sesión se hicieron presentes varios miembros de la Coalición Patriótica, que ha venido luchando por esa ley desde hace más de dos años, así como de la Asociación de Distribuidores de Productos de Petróleo.
Los importadores, que se oponían a la ley de los 60 grados, estuvieron en el Congreso la noche del martes y prácticamente aceptaron los términos del dictamen ya que, ayer miércoles, fue notoria su ausencia en el hemiciclo.
Dicha legislación, que será publicada en el diario La Gaceta con el nombre de Ley de Factor de Corrección de Combustibles, establece como unidad básica de venta y entrega de petróleo y sus derivados para la comercialización a granel, el galón estadounidense medido a temperatura de sesenta grados Fahrenheit, equivalente a 15.5 grados centígrados.
Dicho galón es equivalente a 3.785 litros, o sea, 231 pulgadas cúbicas.
Para la aplicación del factor de corrección, los importadores y distribuidores a granel detallarán en la respectiva factura los siguientes elementos:
El volumen bruto entregado, la densidad del producto a la temperatura ambiente en el momento de llenado en la terminal de entrega del combustible, la temperatura del producto al momento de concluir la entrega en el sitio de carga de la terminal y la densidad del producto ya corregido a la temperatura de 60 grados Fahrenheit.
Un solo dictamen
Los proyectos presentados por Geraldina Gonzales, Marco Antonio Andino y Erick Rodríguez fueron fundidos en un solo dictamen, por lo que dichos diputados retiraron sus iniciativas para plegarse al dictamen.
El presidente del CN, Juan Orlando Hernández, consideró que la aprobación de la ley de los 60 grados es un paso importante y una forma de hacer justicia por cuanto establece reglas claras sobre los mecanismos para la compra y venta del petróleo y sus derivados.
Hernández afirmó que Honduras ya no puede seguir dependiendo del petróleo que se adquiere fuera del país, es necesario que se empiece a cultivar una serie de vegetales que permitan producir biocombustibles, y generar energía con agua, con viento.
En el tema de los 60 grados, dijo, la idea es que el beneficio llegue al consumidor final y a partir de ello, revisar otras medidas complementarias con el Poder Ejecutivo y el sector privado. El experto en materia energética, Sigfrido Sandoval, explicó a los diputados cómo funciona el proceso de compra, venta y comercio de los derivados del petróleo bajo el ajuste de temperatura de los 60 grados.
Sandoval ilustró que la ganancia adicional que se ha venido quedando en manos de los distribuidores se trasladará al consumidor final a través de un descuento que manejará la Comisión Administradora de Petróleo, pero sería oportuno, recomendó, que esta dependencia de la Secretaría de Industria y Comercio publique semanalmente el descuento para que lo sepan los consumidores.
Los diputados apoyaron de manera unánime la aprobación de la ley bajo la condición de que el ahorro de los 500 millones de lempiras anuales se traduzca en beneficios para la población más pobre, a los sectores de la producción, a la microempresa, y que también contribuyan con la rebaja en las tarifas de la energía eléctrica y del transporte público.
Sin embargo, tales sugerencias solo quedaron en la mente y en el espíritu de los legisladores puesto que en el decreto aprobado no se plasma el destino que el gobierno dará a los 500 millones que, se supone, ahora pasarán a manos del gobierno en vez de los importadores.
