El Partido Nacional instalará hoy una convención ordinaria atípica, huérfana de unidad y bajo un ambiente hostil entre dirigentes de facciones que marca el comienzo de una campaña que podría ser confrontativa de cara a las elecciones primarias de noviembre próximo.
La convención, que procura cumplir con los estatutos del Partido Nacional, se instalará a las 9:00 de la mañana en el salón Ricardo Zúñiga Agustinus, del Comité Central del Partido Nacional (CCPN) y solo asistirán los convencionales de la corriente Azules Unidos, que lidera el presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández.
No asistirán los aspirantes presidenciales Ricardo Álvarez, Miguel Pastor y Fernando Anduray y tampoco lo harán los miembros del CCPN que les son afines ni convencionales que les respaldan.
La otra precandidata, Eva Fernández, en un comunicado dice que hará “acto de presencia como una señal de apoyo a la unidad del partido. Si la misma se usa o manipula para hacer un acto de proselitismo para un solo candidato, nos veremos obligados a retirarnos”.
Un hermetismo hay en torno al costo de la asamblea, que en otras ocasiones ha generado gastos por alrededor de cinco millones, según lo dijo el presidente del CCPN, Ricardo Álvarez.
En el Congreso Nacional se supo que los diputados afines a Hernández tienen la responsabilidad de trasladar a la capital a los convencionales.
¿Quién la instalará?
Ante la ausencia de Álvarez, que por ley le corresponde instalar la cita, le toca hacerlo al vicepresidente Áfrico Madrid, pero también existe la posibilidad de que no asista porque es funcionario público. Si Madrid no llega, le sigue en la sucesión el primer vocal, Reinaldo Sánchez, que también es miembro del Gobierno.
Ante esta situación, seguramente le tocará hacer la instalación a la primera vocal, Lena Gutiérrez, incondicional de Hernández.
Los convencionales llegaron desde ayer a la capital, pero curiosamente no fueron movilizados por el CCPN, como ha ocurrido en otras citas.
El diputado Renán Inestroza, miembro de Azules Unidos, informó que los delegados harán una especie de “puente”, quedándose en la capital para asistir este domingo al lanzamiento presidencial del titular del Congreso Nacional.
Un ambiente lúgubre prevalecía ayer en el CCPN, dirigido por Álvarez.
No existían señales de fiesta política, como ha ocurrido en otras ocasiones, apenas unos técnicos revisaban los cables del tendido eléctrico.
Dirigentes de Azules Unidos dijeron que Hernández controla el 90 por ciento de los convencionales, pero allegados a la corriente Salvemos Honduras, de Ricardo Álvarez, aseguran que Hernández tiene 600; Álvarez, menos de 200; Miguel Pastor, más de cien y Fernando Anduray, 31. La Convención la forman mil delegados, los que casi en su totalidad son funcionarios públicos.
