Tras un contudente discurso de la presidenta electa, donde hizo enfásis en los 'traidores que la hacen daño a nuestra patria', los asistentes -quienes invadieron la planta baja del hemiciclo legislativo- procedieron a derribar las vallas instaladas alrededor del recinto para evitar las protestas en la víspera de la elección de la junta directiva en propiedad del Congreso Nacional.
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Sin embargo, Castro mandó a la Policía Nacional a levantar los portones para que el pueblo hondureño pudiera ser partícipe de la sesión que se llevará a cabo este domingo 23 de enero.
“Hay que desmontar esas barras para que mañana el pueblo Libre esté aquí”, dijo en alusión a la sesión donde, según la Constitución, debe elegirse a la junta directiva en propiedad.
Minutos después, agentes policiales se dirigieron a cortar las cadenas que mantenían cerrados los portones, mientras decenas de simpatizantes esperaban para tirarlos por la fuerza.
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No obstante, ante la desesperación y emotividad del momento, fueron los mismos civiles quienes cortaron las cadenas y candados de las vallas instaladas en el lugar.
En tanto, los militantes y simpatizantes aseguraron que se mantendrán durante la noche de este sábado y madrugada del domingo en los bajos del Congreso Nacional, previo a la elección de las autoridades de este poder del Estado.
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