Honduras

Jorge Cálix, el político influencer que en silencio allanó su camino a la presidencia del Congreso

El diputado por Francisco Morazán asestó su golpe político más fuerte -alzándose como presidente del Congreso Nacional- haciendo lo que menos acostumbraba: alejándose de los medios de comunicación y las redes, cabildeando en secreto y rebelándose a la dirigencia de Libre
21.01.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Desde el 14 de diciembre de 2021, Jorge Cálix no brindaba una entrevista a un medio de comunicación. De alguien acostumbrado a figurar en foros televisivos, a debatir con adversarios políticos (ridiculizarlos) y ser un rostro y voz del partido Libre en cualquier espacio público, un mes de silencio dice más que ocho años de entrevistas.

La última fue -justamente- el 14 de diciembre de 2021 para aclarar los crecientes rumores de un interés para dirigir el Congreso Nacional, quebrando el pacto para ungir a un elegido de Salvador Nasralla en ese puesto, solo para aparecer 38 días después, este viernes, investido en el cargo que negó perseguir: como virtual presidente del Poder Legislativo.

Dos días después, el domingo 23 de enero de 2022, Cálix fue ratificado como titular del Congreso Nacional 2022-2026-

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Con este ascenso, Cálix se anota un golpe político en su meteórica carrera en las avenidas del poder de Honduras, de diputado suplente a virtual presidente del hemiciclo en apenas tres períodos, o mejor dicho, en ocho años de vida política. O bajo más asombro, a sus 36 años de vida (nació en 1985) y sin ser de la militancia radical del partido al que representa, Libertad y Refundación (Libre).

Para alcanzarlo tuvo que realizar lo que menos acostumbraba: alejarse de los medios de comunicación y silenciar sus redes sociales (prácticamente apagadas entre diciembre y enero), negociar -y no confrontar- con los parlamentarios rivales del Partido Nacional y el Partido Liberal, sacar su animal político -y dejar el matonismo político- y hasta rebelarse a la dirigencia de su partido que tanto defendió.

El político influencer

El más virtualizado de los políticos de Libre es el mismo que de niño no vio más que campo, cultivo y tierra. Creció en una montaña -tierra adentro, muy adentro- de Catacamas, Olancho, al oriente de Honduras, donde lo más moderno era un televisor que encendían solamente los sábados para ver Sábado Gigante.

Amante del campo y de ordeñar vacas, a los 10 años regresó a la capital de Honduras a seguir sus estudios en el Centro de Experimentación de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) y, luego, su secundaria en el Instituto San José del Carmen. Para 2010, cuando el país iniciaba la era post golpe de Estado con el gobierno de Porfirio Lobo Sosa, Cálix obtuvo su título de abogado en Unitec.

A su hoja de vida se le añadió una maestría en Derecho Procesal Civil cursada en la Universidad Carlos III de Madrid, credenciales que lo llevan a trabajar como abogado independiente y de docente en una universidad privada.

Casado con Camila Isabel Agüero de Peyrecave, con quien ha procreado un hijo, Cálix se proyecta como un político de familia. Al menos así lo trata de dejar en claro en sus cuentas de redes sociales.

Foto: El Heraldo

Cálix posando junto a su esposa e hijo. Foto: Cortesía.

La vida política de Cálix nace en un paralelo de Libre, es como un espejo el uno del otro. No se discute que parte de la masa que alimenta actualmente al partido de izquierda viene de las filas del movimiento de Manuel Zelaya Rosales como candidato presidencial del Partido Liberal en 2005.

Entre esos jóvenes rojiblancos que conformaban la Juventud Liberal de esa época estaba el propio Jorge Cálix. Cuenta que disfrutaba pegar en las calles “afiches y stickers” del expresidente Zelaya.

Aún siendo liberal, se sumó a las protestas del Frente Nacional Resistencia Popular (FNRP) contra el golpe de Estado en 2009 que sacó del cargo a Zelaya.

Sin embargo, dos años después, con la fundación de Libre en junio de 2011, deja las bases liberales para trasladarse a esta corriente centro-izquierda, sin ser notablemente activo en esta ideología.

Como militante de Libre, Beatriz Valle lo incorpora en su fórmula como candidato a diputado suplente y ganan un curul para el Congreso Nacional 2014- 2018. Libertad y Refundación entraba al hemiciclo por primera vez y Cálix era parte de ese hito. En esa época se distinguió por su visibilidad incluso por encima de Valle, quien era la congresista propietaria.

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Este hecho rompió esquemas, ya que Cálix mostró -al menos mediáticamente- agresividad legislativa siendo suplente, al proponer leyes como el no cobro de dólares y la creación de un decimoquinto salario. En sus cuentas se cifra en 38 los proyectos de ley presentados, la mayoría engavetados.

El palacio legislativo parecía quedarle chico y empezó a figurar en foros, debates y entrevistas televisivas. Se apuntaba a cualquier invitación para la línea de Libre. Con la cámara al aire, Cálix parecía entrar a un ring político sin piedad contra sus adversarios.

A veces con argumentos que sonaban más a sofismas y falacias que a debates académicos -una fórmula que le trajo éxito asegurado-, él mismo se jactaba que se le hacía más difícil seguir la dieta que derrotar y desenmascarar a los rivales en los medios de comunicación. El ‘Ali’ hondureño de los debates y vocero “no oficial” de Libre no tenía rival digno.

Paralelo a ello, el todavía diputado suplente fue de los pocos visionarios que comprendió temprano el poder de las redes sociales. Prácticamente, en todos los newsfeed de Facebook o timeline de Twitter aparecía una noticia de Jorge Cálix con titulares rimbombantes: “Jorge Cálix barre…”, “Cálix destruye a…”, “Cálix deja en evidencia a…”

Así ganó el título, que él mismo definió, de “la voz más fuerte de la oposición”, inclusive siendo suplente.

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Alumno aventajado

En 2018 quedó de nuevo en el Congreso Nacional, esta vez como diputado propietario por Francisco Morazán y uno de los más votados, no sin recibir ataques de haber inflado urnas en las elecciones.

No perdió el espíritu combativo, pero convirtió el ring en una palestra exhibicionista: un día aparecía comiendo palomitas durante un debate televisivo portando un chaleco con la leyenda “antiJOH” y otro con el rótulo con la leyenda “Levante la mano quien no ha matado personas” frente a Billy Joya.

Para esa época, ya Cálix era máster en gestionar su perfil virtual; los analistas se atrevían a sugerir que entre su combativo debate en los medios y su arista de influencer político en redes sociales -además de carisma y jovialidad- estaba la receta de su ascenso imparable.

Entre ese trayecto fugaz, Cálix también cayó en descuidos por ser como simplemente es: sin tapujos. No tuvo reparos en calificar a Venezuela como una dictadura en una entrevista con influencers, lo que provocó una reacción del sector radical de Libre y cercano al chavismo.

Estos comentarios, vertidos en 2018 y en 2019, despertaron recelo en los cuadros más volcados a la izquierda de Libre, que veían una “rebeldía” ideológica de Cálix -por no decir, tal y como varios calificaron, falta de formación política-. Los primeros anticuerpos contra Cálix empezaban a surgir.

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Si su carrera era meteórica, en 2019 casi da un brinco espacial, al ser nominado por la corriente interna del 28 de Junio, que dirigen los Zelaya, en Libre como precandidato presidencial, apenas a sus 33 años.

Detrás de esa decisión estaba la lectura de la creciente simpatía del electorado por los outsiders políticos, de perfil jovial, muy activos en redes sociales, de elocuencia notoria y anti establishment. En Estados Unidos dirían Donald Trump, en El Salvador Nayib Bukele y en Honduras Salvador Nasralla. Libre se fabricaba su propio outsider.

Sin embargo, Manuel Zelaya no contaba que si bien su electorado viene del centro-izquierda (y con una alianza hasta la derecha presta su voto), sus bases probablemente no se muevan más allá del centro, los más activos están a la izquierda.

Así que mientras su precandidatura levantaba un entusiasmo tremendo en redes sociales, gran parte de la dirigencia de Libre veía a distancia -algunos abiertamente estaban en desacuerdo- en llevar a Cálix al máximo cargo, así cuando tocó más alto, recibió más rechazo. No tardó mucho Zelaya en rectificar y ratificar, tiempo después, que la precandidatura recaía en su esposa, Xiomara Castro.

Con la nominación de Cálix extinguida casi en el mismo chispazo, sus aspiraciones apuntaron a revalidar de nuevo su puesto en el Congreso Nacional para las elecciones de 2021. No abandonó su línea beligerante ni el poder de sus redes sociales (entre el 11 de marzo y el 25 de noviembre de 2021 había invertido más de 760,000 lempiras en pauta política para Facebook, según una investigación de EL HERALDO).

También fue defensor de la línea continúa a favor de los diputados de Libre y, a posteriori, de la alianza con Salvador Nasralla, mediante la cual este declinaba de su candidatura, se sumaba a la fórmula de Castro y, a cambio, podía elegir al presidente del Congreso Nacional. Todo fue parte de un acuerdo firmado ante los medios de comunicación.

Todo cambió tras el triunfo de Xiomara Castro y cuando se empezaba a conocer la integración del Poder Legislativo. El favoritismo a nivel presidencial no se tradujo en la misma dimensión a nivel de diputados para la oposición, pues entre los 50 legisladores de Libre y 10 del Partido Salvador de Honduras alcanzaban apenas 60 votos, cinco menos de los 65 necesarios para elegir junta directiva.

Pese al acuerdo, empezaron a llegar rumores de que el diputado aspiraba a la presidencia del Poder Legislativo a mediados de diciembre. Él, sin rodeos, salió a desmentirlos el 14 de ese mes.

“Hasta ahora, no se me cruza por la cabeza. Nuestra presidenta ha hablado del compromiso con el Partido Salvador de Honduras en cuanto al tema, y en lo particular lo asumo”, dijo. “Si yo prometí esto debo cumplir, ya si no salen las cosas como se tenían planeadas, se deben hacer cambios”.

Qué Cálix declinara no frenó el deseo de otros compañeros -como Beatriz Valle, José Castro o Marco Eliud Girón- que la aceptara, y más cuando se formalizaba la bendición de Salvador Nasralla a favor de Luis Redondo para dirigir el Congreso a finales del mes pasado.

Después de esa fecha, no se volvió a escuchar de Cálix en ningún medio de comunicación. Para esta nota, EL HERALDO intentó contactarlo más de una vez, pero al primer intento respondió: “¿Esta entrevista tiene algo que ver con la presidencia del Congreso? Porque si es así, no estoy interesado en este momento”.

Fue una respuesta corta, pero llena de significado. Pocas veces este político rechaza dar una entrevista y, sin haber mencionado el tema de la titularidad del hemiciclo, se blindó con anticipación.

Entre diciembre y enero, prácticamente Cálix desapareció de los canales, las radios, los periódicos y las redes, mientras era el hombre más mencionado en ellos, como contrapeso a la candidatura de Redondo.

Hubo una fuerte presión para disolver su candidatura, al considerar que quebraba un paco, pero ni los llamados de sus correligionarios, el eco de las redes sociales, los avisos de la presidenta electa Xiomara Castro, las advertencias de su mentor Mel Zelaya, la expulsión de las filas de Libre, tras ser elegido presidente provisional del CN con 85 votos, frenaron su camino.

Esa fuerza apenas logró arrebatarle seis votos, porque con al menos 79 fue ratificado en el cargo este domingo.

En ese tiempo, entre los primeros rumores y este día que lo juramentaron presidente en una sesión instalada en Bosques de Zambrano y no en el palacio legislativo por las amenazas de protesta, allanó su camino a la presidencia del Poder Legislativo jugando a no ser él: sin el ruido del mainstream, cabildeando -y no devorando- a sus rivales políticos para conseguir los votos, entendiendo la técnica parlamentaria y dando la espalda a la dirigencia de Libre, incluyendo a su propio mentor, Mel Zelaya.

Hasta moviendo la sesión de lugar y torciendo su propio discurso en menos de cinco semanas. Aunque claro, entre el “si yo prometí esto debo cumplir” y el “ya si no salen las cosas como se tenían planeadas, se deben hacer cambios”, se sabe que sus planes cambiaron. Tras ser investido como presidente, Jorge Cálix volvió a dar entrevistas: 'Cada calumnia la vamos a responder con hechos'.

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Nota: Este artículo fue publicado originalmente el 21 de enero de 2022 y actualizado el 23 de enero tras instarlarse la junta directiva en propiedad