Honduras

Dictan apertura a juicio contra Santos Orellana por lavado de activos   

El exmilitar supuestamente se quedaba con lo decomisado en operativos que se realizaban en Gracias a Dios e incluso habría participado en el asesinato a un informante de la DEA, según la acusación de la Fiscalía
12.01.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Auto de apertura a juicio dictó esté miércoles el Ministerio Público, por medio de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), contra el exmilitar Santos Rodríguez Orellana, su esposa Jennifer Lizzeth Bonilla y su suegra Reina Lizeth Bonilla, todos acusados del delito de lavado de activos.

En la audiencia preliminar, desarrollada la semana anterior, el Ministerio Público formalizó la acusación por el delito de lavado de activos en contra de los tres encausados.

Los tres sospechosos fueron detenidos en noviembre de 2021 en la capital y Yamaranguila, Intibucá. También les aseguraron 15 bienes inmuebles, siete sociedades mercantiles y 10 vehículos que fueron traspasados a la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI).

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Investigaciones

Un testigo protegido, originario del sector de Brus Laguna, Gracias a Dios, manifestó que Santos Orellana realizaba operativos en la zona y que al hallar dinero o drogas se quedaba con parte de lo incautado. Además, llevaba las armas decomisadas a un grupo delictivo de La Ceiba denominado ZIPE.

La investigación además detalla que Rodríguez Orellana habría participado en decomisos de vehículos donde se transportaban millonarias cantidades de dólares, y según testigos también está involucrado en la muerte de muchas personas incluido un informante de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).

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Asimismo en escuchas telefónicas negociaba entrega de drogas cuando eran robadas a otras organizaciones criminales en el sector de La Mosquitia. Todo este dinero consecutivamente era enviado a su esposa y suegra.

Posteriormente, al realizar análisis financieros se comprobó que el excapitán recibió en concepto de ingresos brutos más de dos millones y medio de lempiras y en salarios netos 813,918 lempiras, sin embargo, su núcleo familiar (esposa y suegra) tuvieron, de acuerdo a los análisis bancarios y las fuentes de ingresos en el periodo comprendido entre los años 2010 a 2020, más de 238 millones de lempiras no justificados.