TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En el mundo delictivo cualquier descuido de la autoridad es propicio para ejecutar fechorías y salir bien librados. Durante 2020 los mares de Honduras fueron un paraíso para las organizaciones criminales que aprovecharon para invadir las fronteras marítimas sin ningún tipo de restricciones.
El equipo de EL HERALDO Plus solicitó información a la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM) de la cantidad de embarcaciones sospechosas detectadas en los sistemas satelitales de vigilancia entre los años 2019 y 2020.
Una fuente de EL HERALDO informó que durante el tiempo de la pandemia por covid-19 se han descuidado los escudos marítimos y aéreos, situación que fue aprovechada en 2020 por las organizaciones criminales.
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Otro problema que se presenta, según la fuente, es que existe descoordinación entre los operadores de justicia, ya que cuando se emiten alertas, muchas veces los equipos de la Fuerza Naval de Honduras (FNH) no se mueven por falta de combustible, y porque solo ejecutan acciones con la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y del Ministerio Público (MP).
Al recibir los datos de la Oficina de Transparencia de la DGMM, este rotativo comprobó que el aumento de embarcaciones sospechosas por los mares nacionales es alarmante.
De acuerdo con el reporte, en 2019 fueron monitoreadas 251 embarcaciones sospechosas en los mares de Honduras y de estas solo fueron sancionadas ocho.
Para 2020, es decir, cuando se registró el covid-19 en el país, la cifra se disparó a 1,511 naves navales sospechosas, 600% más que 2019, y solo se logró sancionar una de manera administrativa.
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Sospechosas
En la respuesta de la Oficina de Transparencia, la DGMM detalló que “sospechoso se refiere a irregularidades en sus transmisiones, actividades ilícitas, cruce de frontera marítima sin autorización, movimientos no autorizados”.
La respuesta que dieron las autoridades de la DGMM, sobre por qué no se interceptan todas estas embarcaciones sospechosas, fue porque “le corresponde a la Fuerza Naval de Honduras (FNH) como ente operativo del Estado”.
Autoridades de agencias que trabajan en el combate al narcotráfico indicaron que el problema es que las Fuerzas Armadas (FF AA) no logra atender todas las alertas de embarcaciones sospechosas de tráfico de drogas u otros.
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Es de hacer notar que la vía marítima es por donde más se trasiega drogas por su amplitud, y como fueron cerradas las fronteras se bajó la guardia en las acciones para frenar las acciones ilícitas y se incrementó más el flujo de embarcaciones ilegales.
Empero, las actividades ilícitas no solo es el tráfico de drogas, los mares de Honduras también son invadidos para ejecutar acciones de pesca ilegal, tráfico de armas, tráfico de personas, de combustible y de mercadería.
Al contrario de las embarcaciones ilegales, el tráfico de barcos legales internacionales bajó significativamente, ya que según los datos de las capitanías de puerto en el 2019 arribaron a puerto hondureño un total de 4,000 embarcaciones.
Para el 2020, cuando las fronteras estuvieron con el paso restringido, arribaron 2,324 embarcaciones, cuya actividad o tipo de buque se categorizan en contenedor, granelero, petrolero, crucero y carga general.
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