Honduras

'Valoren los cupos': El docente que pasó de no tener ningún alumno conectado en la UNAH a convocar estudiantes de otros países

Lo que parecía una fatalidad en una clase, terminó en una conmovedora acción que cruzó fronteras

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10.12.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Ingeniero en Electricidad. Docente por más de cinco años en la Universidad Nacional. Su contrato laboral es por hora. Siempre ha impartido la misma clase: Energía y Cambio Climático. Habitualmente esa asignatura la ha dado en el horario de la tarde-noche.

Mario Hernández, de 45 años, es un hombre normal, con aspiraciones terrenales y con una vida común. Tiene cuatro hijos, está casado y su anhelo primario es que la UNAH, en algún momento, lo contrate de forma permanente.

'Conozco a otros docentes que están contratados por hora, que tienen muchos más méritos y hasta ahora siguen de la misma manera', reconoce a EL HERALDO.

Mientras fue estudiante de la Autónoma también fungió como docente: 'Fui instructor de laboratorio. De cierta manera siempre he estado vinculado con la docencia'.

A mediados de marzo pasado, edificios, oficinas, centros comerciales, escuelas, colegios y universidades -entre otros- se vaciaron de gente y se llenaron de incertidumbre.

Miles de personas de la empresa privada y sector público teletrabajaron durante el confinamiento como medida preventiva para evitar contagios masivos entre la población, que luego de nueve meses de convivir con la enfermedad, oficialmente son casi 115,000 enfermos y unos 3,000 fallecidos.

En un universo de historias del trabajo remoto, singularmente está la del catedrático Mario Hernández, quien paralelamente trabaja en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).

La UNAH, para resistir los embates del covid, determinó a finales de mayo no contratar a los docentes que tienen contrato por hora y, entre esos más de 1,200 suspendidos estaba Mario.

'Esa medida afectó mi bolsillo', dice con carisma el maestro que ya es conocido fuera de los 112,492 kilómetros cuadrados que posee Honduras.

Nuevamente contratado por la principal casa de estudio del país -siempre por hora- para consumar el tercer y último periodo del año, Mario, acostumbrado a lo común, vivió un ápice que ha hecho que su nombre sea mencionado, al menos, en América y Europa.

Pero, para poder llegar al punto toral, es necesario mencionar el paso de las tormentas Eta y Iota que dejaron unos 91 muertos, nueve desaparecidos y 3.4 millones de afectados en Honduras, lo que propició que la UNAH suspendiera sus clases en línea.

Una vez que la última tormenta tropical -Iota- salió del territorio nacional, la UNAH retomó sus clases virtuales y fue en el retorno que Mario Hernández no volvió a ser el mismo docente: de la sombra pasó a la luz.

En el primer día de clases luego de los desastres naturales, Mario, de tener 30 alumnos matriculados la cantidad se redujo a 24, seis menos que lo inicial.

'Me pareció extraño que seis alumnos hayan cancelado la clase, pero por el momento que vivíamos lo entendí porque son varios factores lo que pudo haber influido', argumenta.

Pero no solo desertó el 25% de sus matriculados, también solo se conectaron unos 12 alumnos a la clase virtual que imparte a través de la plataforma Zoom.

Para el segundo día, solo se conectaron seis estudiantes, pero la fatalidad fue en el tercer día: solo una persona ingresó. Hablamos de Karelia Jysel, quien fue la voz autorizada en redes sociales de exponer la situación que vivía en su clase Energía y Cambio Climático de la Facultad de Ciencias.

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Epicentro

Una publicación en su cuenta de Facebook ocasionó que personas del resto de Centroamérica, México, Ecuador y de España, ingresaran a la clase de Mario en respaldo a la ausencia de sus estudiantes.

'Todos los días a las 5:00 de la tarde empiezan las clases, clases a las que solo hemos asistido unos pocos siendo una sección bastante grande como en todas en las secciones de la UNAH. Hace días tuve problemas para entrar a su clase y horas después veo unos mensajes de él en el grupo de WhatsApp avisándonos a todos que nadie había entrado a su clase', indica en un publicación del anterior 2 de diciembre.

Todo se empezó a formar como una araña confecciona su red. El eco cibernauta de la publicación fructificó.

'Yo utilizo Zoom gratuito. Empecé a dar mi clase -7 de diciembre pasado- y escuché que una muchacha con acento diferente me preguntó algo, le respondí preguntándole qué de dónde era y me dijo que de México. Cuando me fijé ya había 100 personas conectadas -esa es la capacidad para la versión gratuita- y eran de diferentes países', relata con asombro.

'La verdad nunca esperé eso. Me agradó mucho porque lo sentí como un respaldo a mi trabajo, pero esta situación me ha dejado varias reflexiones', precisa Mario, mientras también se escucha en la llamada telefónica los vientos decembrinos.

Y es que para Mario, la falta de interés de sus estudiantes para conectarse a las clases virtuales por el momento que padece Honduras, es un problema que afecta a la comunidad estudiantil.

'Muchas personas desean estar dentro de la UNAH. Sé que hay muchos que les gustaría estar dentro de la Universidad, pero algunos que ya están en el sistema no lo valoran', considera.

'Soy consciente de que hay muchos que no tienen internet, otros no tienen computadora y otro grupo tienen otras dificultades', analiza.

Foto: El Heraldo

El mensaje del licenciado Mario Hernández al grupo de su clase a causa de que nadie se conectó.


En contraste, la estadística no es favorable: es un país de 9.3 millones de habitantes, solamente 3.6 millones de personas tienen acceso a internet, lo que presenta solo al 39%, según la evolución de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).

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'No valoran los cupos'

La hija mayor de Mario, Claudia -nombre ficticio- no pudo ingresar a la carrera de Medicina por la falta de cupo que hay en la UNAH, lo que la obligó a estudiar en una universidad privada.

'Los estudiantes tienen que ser más conscientes', pide el licenciado Mario.

En Estados Unidos y México, por ejemplo, la modalidad de las clases virtuales se han convertido en un ritual para hacer avanzar la educación mientras el mundo vence al coronavirus, contrario a Honduras, en donde la Secretaría de Educación aún lucha con las condiciones precarias de las distintas aulas de clases.

En ese sentido, para la socióloga Carolina Flores, la comunidad estudiantil debe de aplicarse más y tomar con seriedad las clases virtuales, que hasta el momento, es el mecanismo para impartir clases.

'Debemos de fomentar la cultura de la importancia de las clases, no mirar de menos solo que recibimos una asignatura de manera virtual. Eso no la hace menos importante que una presencial', comentó.

Cifras de 2006 a 2019 en poder de la Unidad de Datos de EL HERALDO indican que casi 10,000 personas no pudieron ingresar a la UNAH por no haber aprobado el examen de admisión.

'Hago un llamado a los estudiantes para que valoren sus clases, el cupo que ocupan en la UNAH porque hay miles que desearían estar dentro, pero lamentablemente no pueden', expresa el catedrático Mario Hernández.

La experta Flores, por su parte, lamenta que 'no es posible que otras personas extranjeras reconozcan la labor de los docentes del país y no los propios estudiantes'.

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