Honduras

Joad, la pandemia lo orilló a pedir dinero, pero sueña con ser un gran policía

Joad Méndez (6) dejó las clases presenciales por culpa del covid-19, ahora pide dinero
en las calles

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11.09.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En un abrir y cerrar de ojos, Joad (6) pasó de asistir a clases a pedir dinero en los semáforos.

Ya no usa uniforme, no ve a sus compañeros, se le olvidó el recreo, las meriendas y poco a poco comenzó a dejar de sonreír.

Ahora solo ve carros, arriba y abajo, a la izquierda o la derecha, algunos viejos y otros nuevos.

Limpios o sucios, bulliciosos por la música o por desperfectos mecánicos, pero solo carros.
Pasa horas enteras agarrado de la mano de su mamá en el semáforo que está viniendo del bulevar Juan Pablo II, en la bajada que va de Ashonplafa al centro.

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En sus manitas con sus dedos ya tiene dibujado prácticamente el signo de amor y paz o de la victoria, pero en realidad la señal significa que le regalen dos lempiras, o uno, o la voluntad.

El pequeño acompaña a su mamá en el semáforo de Ashonplafa. Fotos: Alex Pérez/ EL HERALDO.
Joad soporta el sol, la brisa, las malas miradas, aguanta todo, pero no se le ve del todo feliz.
En sus recuerdos están sus días de clases que fueron arrebatados con la llegada del covid-19, al principio lo tomó a bien, pues eran una vacaciones extras, pero cuando a su mamá la despidieron de aseadora y el trabajo de su papá comenzó a escasear conoció la peor cara de la crisis.

Los primeros días solo pedía la señora, pero casi nadie le daba, ahora con el niño no es que recibe miles pero por lo menos toca un poco el corazón de las personas que les regalan dinero.

'Me da pena estar pidiendo pero me gusta andar con mi mamá, ella me cuida y me da comida”.

Con una mascarilla sucia, un jean desgastado, una camisa anaranjada y unas chanclas tipo crocs, el pequeño explicó a EL HERALDO cómo ha cambiado su vida con la llegada del virus.

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El pequeño dijo que por momentos “me da pena andar pidiendo”, dijo con voz suave y viendo de reojo la reacción de su mamá.

Sin dudarlo rectificó, pero “me gusta andar con mi mamá, ella me cuida y me da comida”.
Explicó que le iba bien en las clases, era su primera experiencia en la escuela y primer grado estaba resultando ser más fácil y divertido de lo que pensó. “Me va bien, mis compañeros son buenos y la maestra también”.

Joad es tímido pero sueña con ser un policía. Fotos: Alex Pérez/ EL HERALDO.

Joad es tímido pero sueña con ser un policía. Fotos: Alex Pérez/ EL HERALDO.
Seguidor del Olimpia, comentó que es un experto abajo de los tres palos, “me gusta ser portero, soy Barcelona y me gusta cómo juega Messi”.

Pero no solo es juego, le encantan las matemáticas y según contó su mamá es excelente.
Sobre su nueva vida pidiendo, Joad argumentó que le quema la cara el sol, que unas personas le han regalado dinero y otras se han acercado a platicar con él.

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A diferencia de muchos en la población, el pequeño admira a los policías, es más, su sueño es entrar a la institución cuando sea grande, “si pasan les digo hola y unos me dicen adiós”, aseguró.

En la casa se lleva bien con su hermana, juega carritos aunque aclaró que tiene poquitos y le gustaría aumentar su flota, por lo que si le quieren regalar ya saben donde encontrarlo.
Joad espera que el virus pase, ya no quiere pedir, quiere jugar y estudiar como debería ser.

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