Honduras

Personas de la tercera edad en Honduras en la mira del coronavirus

El virus es más letal en las personas de 60 o más años, según análisis de la Unidad de Datos de EL HERALDO. Y, aunque los ancianos son los que menos se infectan en Honduras, son los que más mueren en proporción, producto de sus demás patologías.
13.05.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Una anciana llegó a las 8:00 de la mañana a un supermercado de la capital en su día de circulación para abastecerse de alimentos que le permitirían saciar su hambre en medio de la pandemia del nuevo coronavirus que, poco a poco, empieza a desatar su furor en Honduras.

Acudió una hora después del horario de apertura (7:00 AM) que tiene el establecimiento para la atención de personas de la tercera edad, luego de que el gobierno así lo dispusiera como medida de protección especial.

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Los 60 minutos restantes de espera transcurrieron en una fila. Los 3,600 segundos pasaron como agua entre los dedos. Resulta que María Castro, de 66 años, viuda y con diabetes como enfermedad crónica, no pudo comprar alimentos porque su hora había terminado a raíz de que había varias personas en su misma condición. El tiempo fue insuficiente y las probabilidades de haberse contagiado son altas.

62

días han pasado desde
que se confirmaron los
primeros casos de
coronavirus en el país.



Ella es uno de los casi 771,000 habitantes de la tercera edad que viven en Honduras (cifras del INE) y que, debido a la emergencia del coronavirus, necesitan atención especial porque son uno de los grupos vulnerables ante la enfermedad.

Grupo vulnerable

En las primeras semanas de pandemia en Honduras, el Covid-19 era más mortal en una población no tan longeva (30 a 50 años), pero solamente fue cuestión de más días para que los más vulnerables fueran los mayores de 60, como en la mayoría de países del mundo.

Y, aunque los ancianos son los que menos se infectan en Honduras, son los que más mueren en proporción, producto de sus demás patologías.

Tal parece que la única solución o medida para que las personas mayores no se infecten, o por lo menos lo eviten en la medida de lo posible, es mantener el confinamiento absoluto más las medidas de bioseguridad.

La situación se vuelve más hostil para los ancianos, puesto que la mayoría padecen enfermedades de base: diabetes, artritis e hipertensión, entre otras, las que han causado que su sistema inmunológico sea débil, ideal para que el Covid-19 haga estragos, aseguran expertos.

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Por ejemplo, Francisca Núñez, una vendedora de verduras de la Séptima Avenida de Comayagüela, tiene que salir a realizar sus ventas a diario para poder llevar el alimento a su hogar.

No importan los toques de queda, la circulación por dígito o apertura de las comidas rápidas cuando se trata del sustento diario.

“Si yo no trabajo no como. Nadie me regala. Tengo miedo de infectarme, pero solamente me toca confiar en Dios”, se ampara.

Francisca, residente de la colonia Los Profesores, pasa en contacto con muchas personas en su rutina.

No sabe si más de alguna es portadora del virus y está asintomática, por lo que pudo haberse infectado. Hasta hoy no lo sabe ni siente nada.

Las autoridades dicen que el uso de la mascarilla es obligatorio, pero en el mercado son más los que prefieren no usarla “porque estorban”, y entre ellos está Francisca, de 62 años, que de acuerdo con el comportamiento del Covid-19 en el país está entre los más vulnerables.

Letalidad

Los números son claros: la mayor parte de contagiados son jóvenes y adultos, pero el virus es más letal en la tercera edad.

Análisis de EL HERALDO, con datos hasta el último reporte de gobierno, indican que 326 personas de 60 o más años contrajeron la enfermedad.

De ese grupo, al menos 58 hondureños fallecieron a causa del virus, indican los reportes.
Lo anterior significa que la letalidad en la tercera edad es del 17.8%, según registros procesados por este medio.

En contraste, para las personas menores a 60 años la letalidad es del 3.3% (61 decesos de los 1,861 casos en este grupo de edad).

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Incluso hay un claro patrón que indica que el Covid-19 es más mortífero conforme el paciente tiene más edad.

Mientras que en los enfermos de 60 a 69 años la letalidad es del 15.1%, ese porcentaje sube a 25% en los diagnosticados con 80 o más años.

Este análisis se hizo incluyendo los 94 casos duplicados por el gobierno, pues a la hora de cierre de este diario no se habían especificado los registros a depurar.

A cuidar los asilos

Otro de los grupo de la tercera edad que se ve amenazado por el virus del Covid-19 son los que viven en los asilos u hogares que les ha proporcionado el Estado.

La titular de la Dirección General del Adulto Mayor, Diana Mejía, aseveró que la preocupación por la infección es alta, pero que han reforzado los protocolos de bioseguridad para evitar contagios.

“A ellos -adultos mayores- se les está chequeando para verificar que estén bien, sin ningún síntoma de coronavirus. Sus medicamentos y alimentos se les entregan en las puertas de sus habitaciones para evitar un contacto directo”, argumentó.

Mencionó también que hasta la fecha los casi 1,000 ancianos de los 32 hogares a nivel nacional han sido sometidos a los procesos de bioseguridad para evitar que se enfermen.
“Hasta hoy no tenemos a ningún infectado, esperamos que sigamos así. Ya tenemos establecidos un protocolo en caso de tener un enfermo”, aseguró.

Por su parte, Rosa Lidia, directora del asilo Casa Salvador Aguirre, expresó que ante la pandemia las medidas de seguridad se han intensificado con un único afán: evitar contagios de Covid-19 entre sus residentes.

“Pasamos desinfectando las áreas en las que ellos pasan, usan mascarilla y están siendo monitoreados por un doctor para corroborar que todo está bien”, detalló.

Asimismo, comentó que suspendieron las visitas de sus familiares y la salida de los empleados para evitar que uno de ellos infectara a los que están dentro del asilo en caso de que contrajeran la enfermedad.

El gobierno anunció ayer que Honduras alcanzó los 2,080 casos, tras detectar 74 enfermos nuevos y eliminar -a su vez- 94 registros duplicados en el comunicado del 7 de mayo.

La cifra de fallecidos aumentó a 121 (cinco muertes nuevas) y 211 personas han vencido la enfermedad (cinco más).