Honduras

Con narcolaboratorios y pistas clandestinas, así operaba hondureño ligado a Tony 

La droga se movía a través de aviones que aterrizaban y partían de una pista clandestina que operaba cerca de Cortés. Toda la droga era protegida con hombres armados con pistolas de 9 milímetros, rifles de asalto AK-47 y AR-15

03.03.2020

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- El hondureño Geovanny Daniel Fuentes Ramírez, acusado este martes por la Fiscalía de Estados Unidos de conspirar para actividades de narcotráfico en el país, realizaba sus actividades ilícitas en contubernio con políticos hondureños de alto rango y miembros de la Policía Nacional, según fiscales del caso.

Fuentes Ramírez conspiró para operar un laboratorio de cocaína en Honduras que luego era distribuida usando rutas aéreas y marítimas, de acuerdo a la investigación.

Geoffrey S. Berman, fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, y Wendy Woolcock, Agente Especial a cargo de la División de Operaciones Especiales de la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos ('DEA'), revelaron que el hondureño también está vinculado a delitos relacionados con armas (uso y posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos).

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Así operaba

El documento del Departamento de Justicia detalla que Fuentes Ramírez, arrestado el 1 de marzo en Miami, operó entre 2004 y 2020 con varias organizaciones de narcotráfico que recibían cargas de cocaína, de varias toneladas, enviadas a Honduras desde Colombia a través de rutas aéreas y marítimas.

Luego la carga era movida hacia el occidente hondureño, la frontera con Guatemala y, finalmente, a los Estados Unidos.

Para protegerse de la interferencia policial, el hondureño pagaba sobornos a funcionarios públicos, incluidos miembros de la Policía Nacional y el Congreso Nacional.

En 2009, el acusado estableció un laboratorio de cocaína en Cortés, donde producían cientos de kilogramos de cocaína cada mes.

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La droga se movía a través de aviones que aterrizaban y partían de una pista clandestina que operaba cerca de Cortés. Toda la droga era protegida con hombres armados con pistolas de 9 milímetros, rifles de asalto AK-47 y AR-15.

En estas operaciones ilícitas el hondureño llegó a pagar al menos 25 mil dólares a un funcionario hondureño de alto rango referido en la demanda como 'CC-4'.

Debido a la proximidad del narcolaboratorio con Puerto Cortés, 'CC-4' habría acordado facilitarle a Fuentes Ramírez el uso de personal de las Fuerzas Armadas como seguridad a cambio de que el imputado informará directamente a Tony Hernández sobre las actividades posteriores.