Honduras

Nadie da razón por muerte de ganado en poder de OABI

La institución regresó ganado a los hermanos Rivera Maradiaga, conocidos como Los Cachiros

13.01.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Caballos pura sangre, vacas lecheras y ganado de engorde, que fueron asegurados en distintas operaciones de alto impacto por la Fiscalía, desaparecieron como por arte de magia y en muchos de los casos murieron en haciendas controladas por la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI).

Esto solamente evidencia un desorden administrativo que arrastra el organismo administrador desde años anteriores.

EL HERALDO accedió a una serie de documentos y declaraciones de funcionarios en las que se revela que ni las mismas autoridades de esa institución tienen el conocimiento del rumbo que se le ha dado al ganado bajo su poder.

Las cifras oficiales revelan que la OABI no tiene la capacidad técnica ni administrativa para gerenciar las fincas y haciendas que fueron aseguradas a poderosos capos de la droga y lavadores de activos.

La OABI mantiene bajo su administración al menos 27 haciendas de narcotraficantes y lavadores, y que el gran total de ganado asciende a 3,600 cabezas, según revela un informe de ese organismo al que tuvo acceso EL HERALDO.

El reporte brindado por las autoridades y el remitido por el Sistema de Información Electrónico de Honduras (Sielho) no coinciden con las denuncias que existen en relación con la muerte y desaparición de ganado vacuno en manos de la institución.

Ambas cifras son inexactas, reconoce el actual director de la OABI, Francisco René Flores, que apenas fue juramentado en el cargo a finales de octubre y que, según él, tiene entre sus propósitos iniciar desde cero un inventario general.

Unas 3,600

cabezas de ganado
tiene bajo su administación
la OABI.

En la información brindada por el Sielho, la OABI señala que desde 2013 a la fecha fallecieron 24 animales que fueron asegurados por el Ministerio Público.

El reporte indica que en la Operación Terremoto, ejecutada contra la familia Matta Waldurraga, se murieron diez vacas y tres caballos.

Mientras que en la Operación Volcán se murieron nueve animales, entre vacas y novillos, y en la Operación Olimpo le fallecieron dos vacas.

En la documentación facilitada por las autoridades, EL HERALDO constató que en cinco ranchos asegurados a narcotraficantes fallecieron 383 cabezas de ganado.

La OABI no cuenta con un inventario sobre el manejo de ganado en los ranchos que tiene bajo su tutela.

En el denominado Rancho Ladera, cuyos dueños son unos señores de la droga de Colón, se reporta al menos 304 cabezas de ganado que murieron.

En la hacienda La Loma, en Colón, fallecieron 48 vacas, en Rancho Bendecido se reportaron cinco vacas fallecidas y en Rancho La Conferencia 26 vacas muertas.

La adición de las dos cifras brindadas por la OABI suma un total de 407 cabezas de ganado fallecidas desde 2013 a la fecha.

Las mismas autoridades reconocen que la cifra es inexacta y que pueden ser muchas más, pero que el sistema con que cuentan para hacer el inventario está obsoleto.

Fuentes consultadas con EL HERALDO afirman que la cifra de la OABI no está ni cerca de lo que en realidad pasa en el organismo.

“Hay personas que han denunciado ante el Ministerio Público la muerte y desaparición de más de 300 cabezas de ganado en un solo caso y nadie da cuenta de eso”, señaló una fuente que prefirió mantenerse en el anonimato.

La fuente se atrevió a asegurar que son más de 1,500 cabezas de ganado que han fallecido y desaparecido en las haciendas controladas por la OABI.

Denuncias
El reporte brindado por las autoridades y el remitido por el Sistema de Información Electrónico de Honduras (Sielho) no coinciden con las denuncias que existen en relación con la muerte y desaparición de ganado vacuno en manos de la institución

La institución reconoce sus debilidades y está dispuesta a “reconstruir su historia desde cero”, afirma el director Flores.

En otro expediente, está el caso conocido como Andrómeda, en el que se desaparecieron unas 7,000 gallinas de una granja avícola y solamente reportaron la mitad de lo que fue asegurado inicialmente, que eran 14,000 gallinas.

“Hay muchísima información que procesar”, dice Flores, reconociendo las no coincidencias y que podrían ser mucho más.

Los riesgos es que si en algún momento los casos son declarados favorables a las personas acusadas, le corresponderá al Estado pagarles por los animales desaparecidos y muertos bajo la administración de la OABI.

Lo cierto es que el organismo no tiene reporte de animales desaparecidos, pese a la gran cantidad de denuncias de robo y desapariciones de vacas y caballos interpuestas ante el Ministerio Público (MP).

“Aquí no hay nada, no hubo planificación”, admitió el director Flores, dejando entrever que no existe un control sobre los bienes y animales.

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Devolución

En un informe preliminar de la OABI, se reveló que se han devuelto 3,824 animales a sus respectivos dueños.

El documento señala que al Cartel de Los Cachiros se le regresaron 148 cabezas de ganado vacuno, ocho cerdos y cinco caballos.

Los principales socios de este cartel, Devis Leonel y Javier Rivera Maradiaga, son testigos clave de juicios contra capos hondureños en Nueva York.

Mientras que a José Miguel “Chepito” Handal se le retornaron 60 vacas y 40 caballos peruanos.

En el expediente solamente identificado como “Ganado de Germania” se establece que se le devolvieron 1,208 vacas.

La OABI no identificó en el informe al propietario de estos animales.

En la lista figuran 57 cabezas de ganado que fueron decomisadas en unos camiones en Omoa, Cortés, al señor Alex Dionisio Leiva Natarén.

Al señor David Abraham Ortiz le devolvieron 90 cabezas de ganado, que fueron decomisadas en 2016.

Estas más de 3,800 cabezas de ganado fueron devueltas a sus dueños porque ante el Juzgado de Privación de Dominio de Bienes de Origen Ilícito lograron demostrar su adquisición legal.

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Enajenaciones y fideicomisos

La OABI tiene enajenadas 1,186 cabezas de ganado al Instituto Nacional Agrario y 660 a la Universidad Nacional de Agricultura.

La mayor parte de estos animales fueron asegurados a capos como Carlos Emilio Arita, Víctor Hugo Díaz Morales, Sergio Neftalí Mejía Duarte, Noé Montes Bobadilla y Alexander Ardón. Además, existe un fideicomiso con el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa) de tres haciendas de la familia Rosenthal, que manejan 2,110 cabezas de ganado.