SAN PEDRO SULA, HONDURAS.-La tercera fue la vencida. Angie Mariela Ramos, de 17 años, no sobrevivió al tercer intento de asesinato de su expareja, según su familia.
La muchacha murió de varias puñaladas que le profirió Anthony Steven Torres Carranza, el lunes anterior, en un apartamento en el barrio Los Andes y frente a la pequeña hija de ambos, de apenas dos años.
Familiares de Angie explicaron que los dos años que convivió con Torres Carranza “fueron un calvario porque siempre la golpeaba”, aún embarazada.
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La hermana de la víctima, Marilú Ramos, confesó que su excuñado es un tipo violento que la golpeaba y amenazaba. “Los malos tratos de él eran por celos porque mi hermana se arreglaba bonito y él no quería que fuera para nadie. Cuando estaban juntos Anthony también la celaba y dos veces la trató de matar por celos, por eso se separaron”, dijo.
El asesino la mató frente a la niña, que según familiares la hallaron abrazada al cuerpo sin vida de su madre.
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Marilú describió a su hermana como una joven alegre y luchadora que trabajaba en el negocio de su madre y soñaba con estudiar y graduarse como técnico en refrigeración y sacar adelante a su hija. Por su parte, el supuesto asesino dijo: “Me arrepiento de lo que hice, pero no por ella, sino por mi hija que queda sola”.
“La maté porque me cegué porque ella me estaba engañando con otro”. Torres Carranza fue enviado a la Penitenciaría Nacional de Támara, tras dictársele detención judicial en la audiencia de declaración de imputado.
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