Honduras

En la Tasa de Seguridad se perdió la noción del endeudamiento

Valladares es del criterio que cuando se blinda la información pública está claro que se hace para proteger a personas que se beneficiaron o se beneficiarán ilegalmente de un fondo público

11.11.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Que la Tasa de Seguridad Poblacional ahora tenga un sobreendeudamiento que supera los cuatro mil millones de lempiras solo evidencia que los responsables de su manejo “perdieron la noción de lo que es el endeudamiento”, cuestionó el empresario y analista Olban Valladares.

Conocer a dónde ha ido a parar el dinero será difícil, no hay a quién acudir, pues el Ministerio Público y el Poder Judicial -encargados de investigar la transparencia en el uso de los recursos públicos y de aplicar la justicia- forman parte del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS), que es la autoridad supranacional que distribuye el dinero de la Tasa.

Ante tal situación a la población solo le queda acudir a la corte celestial o al tribunal de las calles, ironizó Valladares en una amplia entrevista.

¿Considera sano que la Tasa de Seguridad esté sobreendeudada?
¿Con qué autoridad tiene un sobregiro de cuatro mil millones? ¿Qué control ha tenido el Congreso Nacional y la Secretaría de Finanzas sobre eso? Ellos son responsables de los recursos del Estado y su buen manejo.

¿Cómo es posible que se hayan excedido? ¿Cómo es posible que los administradores no tengan noción de la capacidad que tienen para endeudarse? La Tasa debería operar estrictamente con el dinero que le entra, eso es una administración sana. Cada centavo que desembolsa debería estar bien invertido y tener un rendimiento.

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¿Cómo espera que el Congreso cuestione el uso de estos recursos si forma parte del CNDS que es el que los distribuye?
Esa es otra cosa, ¿cómo es posible que mediante un acuerdo se cree una autoridad supranacional? Este Consejo aglutina de manera cuestionable a los tres poderes del Estado y a la Fiscalía General, eso es lo más absurdo que puede haber.

El judicial no puede formar parte de ningún instrumento, organismo o institución que no sea una institución de interpretar y aplicar la ley.

¿Qué va a pasar cuando se cuestione a los administradores del fondo y se lleve el caso a los tribunales de justicia o a la Corte Suprema y esta tenga que pronunciarse? Estaría actuando como juez y parte. Es que aquí distorsionamos todos los marcos institucionales.

¿Percibe irresponsabilidad o corrupción en el manejo de estos fondos?
La opinión popular no es favorable a la Tasa de Seguridad, y no necesariamente por el fin que tiene.

Personas muy ligadas a ella han estado advirtiendo que esa secretividad que se le ha dado al manejo de los fondos ha sido la precursora de una cantidad de actos de corrupción casi indecibles, de grandes magnitudes, siempre manejadas por los mismos personajes en el país que han estado vinculados con los actos irregulares.

¿Habrá empresarios que por recibir beneficios de estos fondos se estarían prestando a la mala administración?
Aquí hay empresarios beneficiados que se han prestado al juego, igual sucede con las autoridades de instituciones que con gran exclusividad han manejado recursos de ese fondo. Muchos han guardado silencio.

Muchos están conscientes de lo que hay detrás de esto y, sin embargo, se han plegado por complicidad, por temor a perder sus puestos, por terror a represalias de otro tipo que pudieran incluso representar pérdida de vidas, exilios y, por consiguiente, han caído en la categoría de cómplices.

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¿Por qué la empresa privada no dice nada sobre este oscuro manejo?
Lo ha dicho. Recuerde que en las primeras de cambio don Eduardo Facussé renunció de la Tasa de Seguridad porque denunció con mucha valentía que el manejo de esos fondos no estaba haciéndose con transparencia.

La empresa privada, aglutinada en el Cohep, no respaldó mucho a don Eduardo, y luego el que lo sustituyó se plegó, porque no creo yo que es que se hayan corregido todas las anomalías y las irregularidades que don Eduardo Facussé denunció. El problema es que no habido eco.

En primer lugar, las autoridades que deberían actuar de oficio e investigar las denuncias no lo hacen, sencillamente se han puesto un zíper en la boca y un parcho en los ojos para no ver, y de repente están sordos también.

¿A quién va acudir la gente si el mismo Ministerio Público también forma parte del CNDS?
Es que se han organizado y blindado tan bien que para llevarlos a la justicia solo nos queda la corte celestial o el tribunal de las calles, que en estos casos es el fin de cuentas ha venido funcionando en los países de América Latina.

Los tribunales populares son muy duros, no se guían por las letras de la ley, sino por impulsos, por percepciones, no necesariamente tienen valor los hechos reales, sino que funcionan las opiniones.

¿Por qué tanto blindaje, argumentando la seguridad nacional, si lo que maneja son fondos públicos?
Es que aquí como que hay una mente perversa detrás de todo. Cuando la capacidad intelectual se utiliza para armar trampas para proteger corruptos, para impedir que el pueblo tenga acceso a información fidedigna, entonces está claro que todo se hace para proteger a personas que se beneficiaron o se van a beneficiar ilegalmente de un fondo público.

Con cada acto de corrupción los hechores juegan a la ruleta rusa en cualquier momento el revólver le va a explotar los sesos.