Honduras

El arte en yeso que hace perdurable recuerdos de vida

Sin ser una artista de profesión, Lizeth Barahona se ha convertido en una pionera en moldes de manos, pintura de vientres y otros originales productos

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31.08.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Manos y pies, las partes corporales que diferencian a todo humano sobre otra criatura de la naturaleza pueden quedar plasmados y convertirse en un invaluable recuerdo perdurable durante generaciones.

Las extremidades de bebés hasta adultos mayores en todas sus formas, con detalles y a escala real pueden quedar inmortalizadas sin tener que viajar al extranjero o contratar los servicios de un escultor de renombre.

Empleando yeso y tonalidades en dorado, plateado así como al natural, Lizeth Barahona Sánchez transforma este material en auténticas reliquias que se montan en madera incluso pueden enmarcarse, según la preferencia de sus clientes.

La artista es de las pioneras en la creación de las que denomina como “huellitas” mediante la impresión tridimensional en yeso que lo moldea con esmero, logrando obras semejantes a pies y manos de infantes o esculpir el vínculo entre padre e hijo al unir esas partes de sus brazos.

Pero si las mujeres quieren recordar sus embarazos, Liz, como también es conocida, se especializa en “belly casting” o fundición de vientre a base del mismo producto que no representa ningún peligro para la gestante. Las féminas encinta pueden recurrir al “belly painting” o pintura del vientre como otra forma artística de dejar en la memoria de una pareja esta etapa que implica el desarrollo de un vástago.

Barahona Sánchez acompaña sus obras de arte con fotografías, área en la que ha venido adquiriendo experiencia.

Sus dos hijas y progenitora son la fuente de inspiración de esta hondureña, quien ofrece sus servicios y productos a través de La Artesana HN, una página de Facebook en la que publica sus trabajos y deja evidenciado el talento que potenció a medida que transcurría el tiempo. Muchas personas se confunden al pensar de que Liz es una profesional de las artes plásticas egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes, pero ella se graduó hace 14 años de la Universidad Nacional de Agricultura (UNA) como ingeniera agrónoma.

Imaginación y creatividad

En la segunda planta de su hogar, Lizeth instaló el taller, donde echa andar su imaginación al igual que creatividad para cada trabajo que le encargan.

No solo requiere de concentración, paciencia y dedicación para conseguir un producto de calidad que es hecho con sus propias manos.

Al ritmo de música bossa nova y en plena faena, mencionó a EL HERALDO que se desempeñó como coordinadora de mercadeo en una empresa de agroquímicos, pero sus dotes se manifestaron tiempo después para dedicarse de lleno al arte.

“Comencé con el ‘belly painting’, a pintar pancitas de mujeres embarazadas y me desarrollé mucho en eso; en el 2016 empecé a mezclar la pintura de las pancitas con las fotografías y me sugirieron lo de las huellitas que afuera ya se hacen”, relató.

La emprendedora resaltó que “mi mamá siempre me dijo desde niña que había que hacer las cosas bien, entonces me esmero en entregar algo de calidad; uno tiene que innovar y presentar un producto diferente al que ofrecen en el resto del mercado”.

Si bien Barahona Sánchez reconoció que ha sido una autodidacta, indicó que también ha recurrido a cursos, a certificaciones para aprender más del amplio mundo del arte, esa pasión que lleva en sus venas y que ahora busca inculcar en sus pequeñas.