Honduras

Don Aníbal desvela el secreto de 'la rojita”

El propietario del legendario Almacén El Nilo arribó ayer a sus 80 años de edad y, en una amena plática con EL HERALDO, compartió detalles de su vida y sus experiencias desde que dejó su natal Danlí

24.08.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Detrás de unos barrotes blancos se divisa un sombrero sobre la cabeza de un señor bajito de estatura. Es don Aníbal Rojas Cuadras, un singular personaje a quien el paso de los años parece no pasarle factura.

El “señor del sombrero” detuvo por un momento sus actividades en el histórico Almacén El Nilo para hablar con EL HERALDO de todo, incluso de la famosa “rojita” que tanto buscan en su negocio. A continuación la entrevista.

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¿Cuántos años de vida ya don Aníbal?

El 24 de agosto (ayer) empiezo a vivir mi año número 80.

¿Y cómo se siente, se ve joven?

Uno se siente como anda su pensamiento, si en su pensamiento usted está cansado, pues así se siente, si en el pensamiento está con dolor en el cuerpo, estará con dolor en el cuerpo.

¿De dónde viene usted?

Yo soy de Danlí, del departamento de El Paraíso.

¿Y cómo llega a Tegucigalpa?

Mire, en mi pueblo yo no tenía nada que estar cuidando, me daba lo mismo vivir en Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba o en Danlí, porque en ninguno de los cuatro lugares tenía cosas que cuidar y yo soy partidario que uno tiene que buscar nuevos horizontes y fue lo que yo hice, porque yo era un pinche profesor, ganaba 80 lempiras.

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¿En qué año?

Allá por 1961 o 62, pero solo estuve un año y como si fuera rico me di el lujo de renunciar a la plaza, es que yo tenía ilusiones.

¿Y cómo surgió Almacén El Nilo?

El Nilo fue porque yo me casé con la hija de un árabe y en el preciso momento que yo me casé con ella, él estaba cerrando su negocio y dejaba en el aire el nombre y yo lo agarre, es muy posible que mi suegro solo lo haya tenido por 15 o 20 años, pero yo llevo ya 55 años de tenerlo y ha estado a punto de quebrar, pero no ha quebrado.

¿Y por qué se vino del mercado a una zona como Loarque?

Mire, llegó un momento en que la situación allá económicamente hablando y comercialmente estaba crítica y me dice mi esposa, a la que aprovecho para saludar a través de diario EL HERALDO, si usted continúa aquí los estantes se van a quedar vacíos porque usted paga 25 mil lempiras mensuales de alquiler y va a llegar un momento en que con las ganancias que tiene no va a poder pagar.

¿Y los clientes que iban a El Nilo de Comayagüela vienen hasta acá a buscarlo?

Es que la sed lo hace a uno tener que buscar el agua, y ellos saben que hay una pastilla que solo yo la vendo, que es “la rojita” y que sirve para recuperar la virilidad cuando uno ya la ha perdido, entonces por la búsqueda de “la rojita” tienen que venir aquí, y otras cosas que no le puedo decir que vendo, pero que no son drogas -hace la salvedad-, pero solo aquí las encuentran.

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Pero cuénteme, ¿funciona esa “rojita”?

Le voy a decir, como negocio me ha funcionado, porque empecé comprando 500 lempiras y he llegado a venderle a los laboratorios de “la rojita” 125 mil lempiras, usted deduzca si es buen o mal negocio.

¿Y qué cuesta?

Fíjese que en la farmacia vale 165 lempiras y aquí para ayudarle a la gente la vendo a 80, la diferencia es enorme.

¿Y quiénes la buscan?

Pues mire que no hay preferencia, los jóvenes como son bien traviesos y les gusta sentir nuevas emociones y hay otros hombres que se sienten frustrados por la situación del país y que la libido se les agota y no pueden cumplir en su casa ni afuera de su casa, cuando tienen un segundo frente y se auxilian de ella, aquí hace fila la gente comprando la pastilla y yo me siento feliz porque gracias a eso muchos hogares se volvieron a recuperar.

Foto: El Heraldo

Su producto insigne es la pastilla “la rojita”, buscada por muchos hombres.

¿Y usted la ha probado?

Todos los sábados en público, a través de Canal 36 me tomo una, es que no solo es buena para el sexo, sino para que la sangre le irrigue todo el cerebro y que no le vaya a dar un derrame.

¿Cuál es la diferencia con “la azulita”?

Si usted se toma una “azulita” de 50 o 100 miligramos, la reacción solo es de ocho horas y si en esas ocho horas no le llegó la polla se fue en falso, en cambio, “la rojita” que solo es de 20 miligramos, le dura 36 horas el efecto, hasta el tercer día le puede cumplir a la polla.

¿Y funcionarios le han encargado?

Pues hay un periodista que se encarga de llevarle a los diputados y él tiene esa línea en el Congreso, a él le piden porque los diputados no vienen aquí a dar la cara y como la mayor parte de ellos físicamente están reventados, tienen que acudir a “la rojita”.