Honduras

Don Ceferino, el jardinero que le habla a las plantas

Labora desde hace 19 en el vivero del Instituto de Conservación Forestal y asegura que el amor que le tiene a sus arbolitos es igual que el que siente por sus hijos

FOTOGALERÍA
18.05.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Chiquitas, están preciosas y estoy para servirles”.

Con esas palabras, don Ceferino Ramírez Amador empieza su rutina diaria rodeado de miles de pequeñas plantas que cuida en el vivero del Instituto de Conservación Forestal (ICF) de la capital.

El hombre de piel trigueña tiene 19 años de estar al cuidado de decenas de plantas ornamentales y arbolitos que son utilizados en los programas de reforestación a nivel nacional.

Quienes conocen a don Ceferino dan fe del inmenso amor que tiene por estos seres vivos, que según él es casi igual al que le tiene a sus dos hijos.

“A las plantas hay que enamorarlas. Yo les hablo y lo hago todos los días, cuando entro a trabajar en horas de la mañana”, recordó el veterano jardinero.

“Las plantas se sienten bien porque necesitan de uno, que es quien les da mantenimiento y les digo: chiquita, aquí estamos para servirle, están preciosas porque ustedes son las que nos dan el oxígeno”, contó emocionado.

Es tanto el amor que tiene por la flora que se llena de enojo cuando ve que hay personas inescrupulosas que maltratan los árboles y toda clase de vegetación.

“Las plantas son seres vivos y merecen que se les dé el trato que se merecen porque son las que nos proporcionan el oxígeno que los seres humanos respiramos”, dijo con una gran emoción.

Don Ceferino Ramírez Amador es originario de Choluteca y es una de las personas que se encarga de sembrar las semillas, cuidar las plantas desde que empiezan a germinar hasta que se entregan para realizar diversas labores de reforestación en los sitios que han sido afectados por los incendios o por la degradación de los bosques.

“En la parte del vivero paso la mayor parte del tiempo, pues entro a las 7:30 de la mañana y me voy a las 4:30 de la tarde y es por eso que nos enamoramos de estos seres vivos”, explicó.

“El cuidado de las plantas lo hacemos con mucho amor y cuando las vemos crecer uno se siente bien porque ellas necesitan del servicio de uno para poder crecer sin problemas”.

Junto a otras personas que tienen menos tiempo de trabajar en el lugar, se dedica a sembrar la semilla, cuidarlas en el proceso de germinación hasta que llegan a la etapa de trasplantarlas.

Su labor

El proceso de riego lo realiza cada dos días, pues también a muchas de ellas les debe dar el sol para su crecimiento adecuado. “Uno debe estar cerca de las plantas porque hay que darles calor y eso ellas lo agradecen”, explicó.

Aparte de eso, donde Ceferino es la persona encargada de hacer injertos de plantas, entre ellas de árboles frutales como cítricos, mangos y aguacates.

Según el jardinero, el injerto se hace de plantas saludables para que puedan crecer sin inconvenientes.

Cuando las plantas están tristes, las coloca en un mejor lugar y de forma ordenada, pues eso ayuda a que puedan recobrar su estado natural.

Don Ceferino comentó que realiza el trabajo con mucho entusiasmo y que cuando se jubile estos seres vivos le harán mucha falta.

“No sé qué va a pasar cuando deje de trabajar en este lugar, porque ya son 19 años que tengo de estar aquí, donde he aprendido a cuidar el medio ambiente desde hace 32 años que vine a Tegucigalpa.