Honduras

Al descubierto descarado saqueo en Hondutel: Rapiña con piezas de carros y combustible

El jefe de Servicios Generales, Fernando Torres, sostuvo que el jefe de Transporte, Leocadio Gámez, es el que debe responder por las piezas extraídas de los carros y por los repuestos que le entregan para las reparaciones

FOTOGALERÍA
14.01.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El desmantelamiento de los carros, la pérdida de las piezas extraídas, el desaparecimiento de los repuestos nuevos y usados en el taller de mecánica de Miraflores, así como el robo de combustible en el Departamento de Servicios Generales y en Transporte de Hondutel evidencian el saqueo del que sigue siendo víctima la estatal de las telecomunicaciones.

Hace dos décadas, Hondutel era una empresa vigorosa, gobiernos y políticos se nutrían de ella, pero con los años la desvalijaron hasta dejarla enclenque; ahora en su estertor sus propios empleados, sin ningún temor a la justicia, la impulsan hacia su último suspiro.

El alcance de la rapacidad -esta vez desde Servicios Generales, el área de transporte y del taller de mecánica- solo podría saberse con certeza con un inventario o una auditoría del departamento de Bienes Nacionales del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), coincidieron fuentes con amplio conocimiento de los hechos, pero que por su seguridad pidieron no divulgar sus nombres.

401

vehículos tiene la flota
de transporte que
registra actualmente
Hondutel.

“Decir con exactitud cuántas piezas extraídas de los carros o repuestos nuevos se han robado es difícil, pero que se han perdido, se han perdido”, dijo con contundencia una de las fuentes, agregando que hace unos meses una persona llegó a realizar un inventario, pero no la dejaron hacer su trabajo.

En los registros de Hondutel aparecen activos 401 vehículos, incluidos diez grúas. Asimismo, según inventario, entre enero de 2014 y noviembre de 2018 se dieron de baja 105 vehículos, entre ellos dos grúas y 14 buses.

Lea: Gerente de Hondutel confirma el robo de combustible el fin de año

Hechos
La Unidad Investigativa de EL HERALDO conoció que del plantel de La Vega y del taller en Miraflores se han extraviado diferenciales, culatas, arranques, alternadores, compresores de aire acondicionado, árboles de leva, llantas y baterías y hasta una gata hidráulica de cuatro toneladas, entre otras piezas.

El 24 de octubre de 2017, mediante orden escrita de Fernando José Torres, jefe del Departamento de Servicios Generales, y firmada por Roberto Ramón Castillo, de la Dirección de Administración, se le pidió a Leocadio Gámez Barahona, jefe de Transporte, asignar personal del taller de mecánica para que retiren los repuestos de los vehículos que se encontraban en los listados para subasta, en el plantel de la Vega. Se le ordenó a Gámez asignar personal administrativo para rotular las partes.

Foto: El Heraldo

Tres mecánicos fueron enviados a realizar el trabajo, pero quien llegó a marcar lo extraído fue un motorista, quien les iba colocando una viñeta que rápidamente se desprendía.

Al carro con registro número 12 le sacaron las cuatro llantas con sus rines, el motor completo, el diferencial, dos muñones, tijeras y disco, la barra de transmisión, el enfriador de aceite, los espejos, los focos, las vías, el radiador, la caja de velocidades, el bomper y la parrilla frontal, así como el escape, entre otras partes.

Al carro 454 se le extrajo el motor completo, el diferencial, la barra de transmisión, la caja completa, el radiador, el motor de arranque, los resortes, la bomba de agua y la bomba de frenos, entre otras cosas.

Asimismo, al vehículo 378 le retiraron la bomba de inyección, la bomba auxiliar de clutch, la culata, el radiador, el diferencial, las tijeras, el motor del parabrisa, la barra de transmisión, la parrilla frontal y el bomper, entre otras partes.

Al menos 20 carros, entre ellos el 41, 78, 125, 290, 301, 330, 341, 382, 391, 397, 412, 415, 424, 447, 566, 600, 608, 613 y 616, fueron destartalados y las piezas llevadas al taller de Miraflores.

Días después, extrañamente, se ordenó a los mecánicos que regresaran algunas piezas al plantel de Las Vegas y se las colocaran a los carros desbaratados.

89

órdenes de combustible
falsificadas fueron
detectadas en Hondutel.

Torres confirmó a EL HERALDO que la orden de desmantelar los vehículos sí fue dada, pero que no tiene conocimiento de que las piezas extraídas se hayan perdido, y que en todo caso “quien debe responder por ellas es el jefe de transporte”, Leocadio Gámez.

Sobre la sustitución de las baterías y llantas nuevas por viejas expresó que lo único que sabe es que hace unos años se perdieron una docena de “baterías viejas”.

Además, aseguró que hace unos meses una empleada del departamento de Servicios Generales fue enviada a realizar un inventario a las bodegas del taller de mecánica de Miraflores, pero no pudo hacerlo “porque las piezas estaban todas regadas”.

Argucia
De acuerdo con las fuentes, las piezas se pierden en medio de un manipuleo. Para cumplir el procedimiento y que quede registrado en papel, las baterías y las llantas nuevas se marcan con el número del carro que las andará, y se colocan en los vehículos, pero a los pocos días son sustituidas por llantas y baterías viejas, a las que se les pone nuevamente el mismo número de las nuevas.

Otra forma es que guardan las llantas viejas y después las vuelven a poner en sustitución de las recién compradas. Esto sucede más en aquellos carros que son manejados por distintos motoristas.

Al bus 223, un coaster de 30 pasajeros, le robaron las llantas, la batería y le ordeñaban el combustible. Este vehículo está designado para transportar operarios y operarias por la noche, pero realmente no trabaja.

Foto: El Heraldo

Al carro 642, doble cabina 4X4, se le compró culata nueva, pero en noviembre de 2017 se le puso la del vehículo 523, que ahora está parqueado en el plantel. La culata nueva desapareció.

Al carro 428, asignado al terreno de Amarateca, le colocaron la culata del 124 y la del 428 se perdió. Para habilitar nuevamente el 124 se le colocó la culata de un carro que estaba para subasta en el plante de La Vega.

Al vehículo 481 le robaron el switch de encendido, al 598 le destruyeron el medidor de kilometraje para evitar que se detecte el ordeño de combustible. La caja de velocidades del vehículo 12 fue puesta en otro vehículo particular y al carro de Hondutel le colocaron una caja inservible.

La bomba de inyección que se le sustrajo a un carro marca Tayo, desarmado en La Vega, fue vendida a un cliente de un taller de mecánica ubicado entre el bulevar Kuwait y el Fuerzas Armadas, y de esto se enteró la gerencia.

El carro 454 asignado a Juticalpa entró al taller de mecánica para reparación de culata y lo terminaron desmantelando totalmente, ahora la lata y el chasis están en el plantel de La Vega. Al 333 le colocaron una bomba de combustible original y apareció con una bomba dudosa y el carro no funciona.

Asimismo, en agosto de 2018 de la bodega de repuestos nuevos se desaparecieron cuatro tijeras que eran para los microbuses 786 y 787. A mediados de diciembre, al bus 787 le colocaron las dos tijeras, pero eran de una nueva compra.

A mediados del 2018 a los carros 198 y 596 les colocaron llantas nuevas y a los días aparecieron con ruedas viejas y lisas y ahora los carros están parados.

Grúas
Desde noviembre de 2016 las grúas 488 y 489 están pudriéndose en medio del monte, en un plantel que el taller Sigma tiene en el barrio La Bolsa de Comayagüela.

En el 2016 una casa comercial ubicada en la entrada de la colonia La Pradera había dictaminado que el 488 tenía problemas de consumo de aceite y que el 489 tenía malos los inyectores, luego otras personas de otra empresa los evaluaron, pero al final el departamento de Servicios Generales de Hondutel le entregó la reparación a Sigma.

Para repararlas, el taller pidió un motor de arranque para la grúa 489; una bomba de aceite, armado de motor y un juego de empaques para la grúa 488, así como ocho inyectores y cuatro baterías para ambas máquinas. Un empleado nuevo del área de transporte, sin conocer el estado de las grúas, firmó el dictamen técnico, que ninguno de los mecánicos de la estatal quiso rubricar.

Un testigo reveló que los repuestos fueron comprados en su totalidad y que incluso se sacaron diez galones de combustible para las grúas. Sin embargo, en el taller se conoció que no les entregaron completos los repuestos, falta el motor de arranque y las cuatro baterías, que son especiales por el tipo de máquina. Además, se informó que Hondutel no ha dado la orden para proceder a la colocación de las piezas.

Combustible
Otro hecho que se detectó el fin del año 2018 fue la falsificación de 89 órdenes de combustible con un valor superior a los 134 mil lempiras, esto solo en una semana de noviembre. En el acto delictivo habría involucrado personas del departamento de Servicios Generales y de Transporte.

Para cometer el atraco, supuestamente, se falsificaron el sello y la firma de una empleada responsable de emitir las órdenes de carburantes.

El caso, ya conocido por la gerencia general, llevó a que la flota vehicular dejara de operar por unos días. Sobre este hecho, el gerente general de Hondutel, Melvin Maldonado, dijo que ya se abrió una investigación tanto administrativa como penal.