Honduras

Políticos solo dispondrán de dos semanas para aprobar reformas electorales

El tiempo es su peor enemigo. Si no aprueban las reformas constitucionales en enero, el país acudirá a nuevas elecciones con las mismas reglas de 2017. Vienen negociaciones entre el PN, PL y Libre

18.12.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La clase política dispondrá en enero de 2019 de tan solo dos semanas, entre el 10 y antes del 25, para decidir el destino de las reformas electorales o de lo contrario, el país tendrá en el año 2021 nuevas elecciones bajo las mismas reglas que regularon los conflictivos comicios de 2017 que generaron caos y violencia.

Antes de que termine la primera legislatura deberán estar aprobadas como mínimo las reformas que trastocan la Constitución como la segunda vuelta electoral, la reelección, los distritos electorales y las transformaciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y Registro Nacional de las Personas (RNP). En lo que resta del año y en los primeros días de enero seguramente se producirán los acostumbrados cabildeos, las negociaciones partidarias a nivel de mandos intermedios o, de ser necesario, en las altas esferas de los partidos Nacional, Libertad y Refundación (Libre) y el Partido Liberal que constituyen las principales fuerzas políticas representadas en el Congreso Nacional.

La correlación de fuerzas
Todo dependerá de la mayoría calificada (86 votos) requeridos para hacer una reforma constitucional que deberá ser aprobada en la presente legislatura y ratificada en la subsiguiente para que pueda entrar en vigencia en las elecciones generales de 2021.

El Partido Nacional dispone de 61 votos más uno de Unificación Democrática, uno de la Democracia Cristiana y cuatro de la Alianza Patriótica con los cuales completa 67 votos. A estos se les pueden sumar los 17 diputados del Partido Liberal que fueron expulsados por el Tribunal Disciplinario justamente por plegarse a los intereses del partido de gobierno.

Si este grupo de liberales se sumaran a esta causa, el Partido Nacional solo sumaría 84 votos, insuficientes para completar las dos terceras partes (86 votos).

Por eso será necesaria la presencia en las negociaciones del partido Libre, que cuenta con 30 diputados y los nueve liberales leales a la causa del presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL), Luis Zelaya. ¿Cuáles podrían ser estas reformas? ¿Cuál es la apuesta de cada institución política? Todo esto es parte del ajedrez que ya se está calentando en el ambiente de la política vernácula, caracterizada por este tipo de negociaciones que suelen hacerse bajo la mesa, a escondidas de la prensa y del pueblo.

El diálogo no fue capaz
El fracaso del diálogo político que no pudo consensuar los temas sensibles conduce el tema de las reformas a un segundo escenario: la negociación.

Aquí entrarán en juego los intereses de cada institución política representada en el Congreso, que es donde se aprueban, se modifican o se derogan las leyes. Y cada partido político pondrá en el tapete de las discusiones los temas que les interesa. Para el caso, los partidos Liberal y Libre demandarán la amnistía, la segunda vuelta electoral y el plebiscito para la reelección.

El diálogo logró consensuar 169 temas superficiales, pero fracasó con las propuestas sensibles como el esclarecimiento del fraude electoral, los distritos electorales, la apertura de la segunda vuelta electoral, la aplicación de una amnistía para beneficiar a los presos políticos, la regulación o aprobación de la reelección presidencial y la transformación de los organismos electorales (TSE y RNP).

Cómo están las cosas, y por la presión que tienen, los políticos podrían limitarse en enero a solo discutir el tema de las reformas constitucionales.

Hay que recordar que semanas atrás el Congreso Nacional tuvo acercamientos con la Organización de Estados Americanos (OEA) a fin de trabajar de manera conjunta las reformas electorales.