TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Ocho días restan para la clausura del año escolar que deja una innumerable lista de lecciones y aprendizajes a casi dos millones de estudiantes.
Tanto maestros como alumnos y padres de familia están por cerrar los procesos de recuperación y matrículas en los centros educativos, mientras decenas de jóvenes de último año aguardan las ceremonias de graduación de fin de curso.
¿Cuáles son los resultados preliminares que deja el año escolar de 2018?
Según las proyecciones del Observatorio Universitario de la Educación Nacional e Internacional de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, este año podrían perder el curso unos 83,429 estudiantes de básica y media.
Este organismo de investigación establece que de ese total, 29,918 serían de primero a sexto grado, mientras que 37,646, de séptimo a noveno grado. Entretanto que la cantidad de estudiantes repitentes del nivel medio sería de 15,866.
Lo anterior preocupa a las autoridades porque confirma la tendencia de los últimos años, pues el 2017 cerró con un total de 62,236 alumnos que perdieron el año.
Lo anterior muestra un incremento de 21,489 alumnos repitentes del nivel básico y medio de cumplirse la proyección de los expertos de la UPNFM.
En base a las cifras, el estudio establece que de un año a otro el porcentaje de repitencia se incrementó de un 3.1% (2017) a 4.2%.
“A partir de los años anteriores viendo las tasas con algunas herramientas de estadística e informática hicimos la proyección para este año, en base a los cálculos hicimos esas proyecciones que están ajustadas a la realidad”, explicó a EL HERALDO Russbel Hernández Rodríguez, investigador del Observatorio de la UPNFM.
La entidad toma los datos estadísticos oficiales del Sistema de Administración de Centros Educativos (SACE), que pertenece a la Secretaría de Educación. “Se ha estado recolectando información del SACE, también algunos estudios de factores asociados que se hizo con el proyecto Mideh, que fue financiado por USAID en cuanto a la información de desempeño estudiantil”, indicó Hernández.
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Deserción estudiantil
En cuanto a los estudiantes que abandonaron las aulas en el año escolar que está por finalizar, la cifra es preocupante pues se proyecta un total de 77,067 alumnos de educación básica y media que abandonaron sus estudios.
De todos esos jóvenes, 32,796 habrían desertado y estaban entre primero y sexto grado, mientras que 29,243 de séptimo a noveno grado. A su vez, 15,027 abandonaron su curso del nivel medio a nivel nacional.
En 2017, hubo 67,024 estudiantes que desertaron de las aulas.
Las proyecciones arrojan que para este año habrá un incremento de 10,043 estudiantes que por diferentes motivos no continuaron en sus clases.
El porcentaje de deserción aumentó de 3.5% a 3.9%.
“El punto es que no han habido políticas concretas para reducir esos niveles; todo lo contrario, más bien el problema de violencia y migración está afectando mucho más en estos últimos años por ende que las tasas van creciendo”, lamentó Hernández.
Añadió que se hizo un estudio en los 298 municipios con una muestra de cuarto, sexto y octavo grado y se encontró que entre el 25% y el 30% de los muchachos de esos ciclos están pensando migrar y cerca del 20% está planeando migrar por problemas de violencia.
“El otro punto fuerte es el problema económico, los ingresos familiares, tenemos el 70% de la población hondureña viviendo en pobreza”, afirmó.
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Reprobación
El documento señala la proyección de que 93,124 estudiantes habrían reprobado este año. Esta cantidad de jóvenes aplazados por no reunir el puntaje requerido es alto porque en 2017 hubo 80,732. Eso significa que hay una diferencia entre ambos años de 12,392 alumnos reprobados.
Estos alumnos aún tienen la opción de acudir a la recuperación. Según datos oficiales de la Secretaría de Educación, en 2017 unos 12,000 estudiantes acudieron al programa Todos Podemos Avanzar (TPA), más conocida popularmente como “la escuelita”.
El año lectivo escolar termina oficialmente el próximo 30 de noviembre, no obstante, los centros educativos ya terminaron sus clases.
Actualmente, se encuentran en proceso de exámenes de recuperación y entrega de calificaciones. Mientras que otros establecimientos educativos ya están en proceso de matrícula para el año académico de 2019.
El TPA se creó con la finalidad de disminuir los niveles de reprobación en Honduras que hacían que la deserción escolar aumentara.
La escuela vacacional comienza a partir del 1 de diciembre para que todos los alumnos que reprobaron sus materias tengan la oportunidad de aprobarlas.
De la cifra total de reprobados de 2018, 42,618 son de primero a sexto grado a nivel nacional. Asimismo, 39,318 son de séptimo a noveno grado mientras que 11,187 reprobaron del nivel medio.
Para este año la tasa de reprobación total pasó de 4.4% a 5.1%. “Hace unos cuatro años se implementó un nuevo marco de la evaluación con el famoso acuerdo 0700, desde ese momento hicimos una encuesta a directores, a docentes, consultándoles sobre este y la mayoría establecía que ese método está afectando porque los estudiantes tenían que pasar el 70% en tareas, en trabajos de aula y luego estaban las nivelaciones en cada período”, manifestó el especialista en temas de educación.
Agregó que eso fue generando un conformismo en los estudiantes, aún cuando no era el objetivo de esa política, porque no se preocupaban.
“Eso sin duda que ha generado por un lado el poco nivel de aprendizaje que se ha estancado en matemáticas y español, ya no le están dando importancia a los exámenes”, lamentó.
Evaluaciones
La semana pasada, la Secretaría de Educación realizó la evaluación de 27 mil estudiantes a nivel nacional para medir su rendimiento académico en español y matemáticas.
Esa evaluación se aplicó a estudiantes de tercero, sexto y noveno grado del sistema educativo nacional.
En 2017, se aplicó esa misma prueba a un total de 285,439 alumnos a nivel nacional.
El promedio de los estudiantes que realizan esa prueba valorada en 500 puntos es de 279 puntos, lo que indica que deben mejorar, están por debajo del nivel satisfactorio.
El HERALDO buscó una reacción del ministro de Educación, Marcial Solís, sobre el particular, pero a través del departamento de Comunicación se informó que estaba fuera de la ciudad.
Se le hicieron llamadas y se le enviaron mensajes, sin embargo, no hubo respuesta alguna.
Posteriormente, se buscó una reacción de la viceministra de Educación, Gloria Menjívar, pero respondió que estaba fuera de la ciudad.
De igual forma, se intentó localizar por llamadas y mensajes al viceministro de Educación, Javier Menocal, pero tampoco hubo respuesta.
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