Interrupción energética
TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Como natural fue calficada el miércoles por los analistas políticos la reacción del expresidente Porfirio Lobo ante los constantes señalamientos de corrupción contra su gobierno en los cuales están involucrados su esposa, un hermano y uno de sus hijos.
Lobo Sosa puso en duda la lealtad del actual mandatario Juan Orlando Hernández y se preguntó por qué solo a su gobierno investiga la Misión de Apoyo de Lucha contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (Maccih).
El analista político Raúl Pineda dijo la reacción de Lobo Sosa “es natural de una persona que pasa por problemas, creo que ni en el más aberrante de sus sueños el presidente Lobo pudo haber considerado encontrarse en una situación como la actual con un hijo preso, su esposa presa, con su hermano acusado y con muchos colaboradores en la cuerda floja”.
“Él esperaba niveles de protección desde el poder mismo que hasta este momento no ha tenido” de parte del actual mandatario, quien “siempre fue su protegido”.
Los cuestionamientos de Lobo Sosa al actual gobernante fueron transmitidos a través de “un mensaje medio en parábola medio irritado, calificando de desleal la conducta de quien ha sido su progetido, su hijo putativo políticamente hablando”.
“El expresidente tiene razón de estar dolido frente a la conducta tradicional del hondureño, pero recordemos que estamos viendo nuevos tiempos”, resaltó el entrevistado.
Para el también analista Pablo Carías “la justicia por principios tiene que ser imparcial”, pero “no estamos viendo la fuerza, la energía con que debería estarse haciendo las investigaciones”.
“Aprovecharse de la debilidad coyuntural de algunos organismos para lograr justificaciones no es lo más correcto”, afirmó.
