Hondureños en el Mundo

Mike Pompeo: 'Migración se acerca a niveles de crisis”

En un batalla campal entre uniformados mexicanos y migrantes centroamericanos terminó el ingreso de la caravana a tierras aztecas

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20.10.2018

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.-Ante el inesperado avance de la caravana de migrantes por la frontera de México, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, advirtió este viernes que la inmigración ilegal a Estados Unidos a través de la frontera de México se está acercando a niveles de crisis.

“Estamos rápidamente llegando a un punto que parece ser un momento de crisis: cifras récord de migrantes”, dijo Pompeo.

Por su parte, el canciller mexicano Luis Videgaray aseguró que “la política migratoria de México la define México, así como la política migratoria de Estados Unidos la define Estados Unidos. Somos países amigos, somos socios, vecinos, somos países soberanos”.

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A México entraron a la fuerza. La caravana de hondureños hizo de tripas corazón y su debilidad por el duro recorrido en Guatemala quedó emancipada en las vallas de hierro aztecas que lograron superar.

Con empuje firme y muchos más adeptos la travesía sigue.

En el enfrentamiento decenas de ellos resultaron lesionados, otros capturados, pero siguen. Estados Unidos los espera bajo la amenaza de no permitir de ninguna manera que puedan ingresar.

Pero los hondureños no pierden la esperanza. “Mi mensaje para el presidente de Estados Unidos es que se ponga su mano en el corazón y que nos ayude, sabemos que aquel país no es nuestro, pero en nombre de todos los hondureños que vamos aquí yo le pido al presidente Trump que nos apoye”, dijo Doris Canales (54).

Por su parte, en Honduras las autoridades policiales tratan de impedir que más hondureños abandonen el territorio y pongan en riesgo su vida y la de sus seres queridos.

Estamos rápidamente llegando a un punto
que parece ser un momento de crisis: cifras
récord de migrantes”.

Mike Pompeo

Batalla
Pasada la 1:00 PM, el puente sobre el río Suchiate que divide Guatemala de México empezó a temblar ante los pasos decididos de la caravana.

Una marea azul y blanco alentada por consignas de victoria empezaba a colmar el ancho de la calle sin deseos de parar.

Frente a ellos un nutrido contingente policial identificado con las insignias mexicanas estaba parado delante de unas vallas amarillas, con la instrucción precisa de mantener el orden y permitir pasar a grupos de 50 personas.

Helicópteros de las fuerzas de seguridad sobrevolaban la zona fronteriza mientras migrantes, funcionarios y activistas comentan sobre su incierto futuro en la frontera.

“Se les pide que nombren una comisión para que dialoguen con funcionarios del Instituto de Migración (de México). No sigan poniendo en riesgo a los niños y mujeres”, gritaba un oficial por un altavoz mientras la multitud forcejeaba con decenas de policías para cruzar la frontera.

La determinación de las autoridades de dividirlos para solicitar documentación no caló de la mejor manera en los hondureños, que se resistían a quebrantar la unidad en varios fragmentos.

Inquietos por la demora, los que iban atrás de la caravana comenzaron a presionar a los de enfrente que no tuvieron más opción que empezar a luchar.

Las autoridades mexicanas trataron de brindar respuesta, pero los 200 efectivos que habían destinado no fueron suficientes ante las más de 5,000 personas que se han sumado a la caravana hondureña.

Ante la presión, las vallas de hierro amarillas empezaron a ser superadas hasta que los portones fueron abiertos parcialmente por la autoridad que urgía evitar un desastre.

En veloz carrera centenares de hondureños empezaron a cruzar el largo del puente para entrar a tierras aztecas.

En la desesperación por recuperar el orden, el contingente uniformado mexicano empezó a disparar gas lacrimógeno y balas de goma, para repeler el avance.

Las mujeres y los menores de edad fueron los que más sufrieron en el enfrentamiento dejando a muchos con insolación o desmayados en la tierra. Los más astutos hicieron frente a la represión con lo que tenían por delante, pero sin daños que lamentar.

El orden se recuperó parcialmente luego de que la policía logró cerrar el acceso principal de la frontera dejando divida la caravana en dos grandes grupos de personas.

Decenas de migrantes, al no poder pasar por el puente, optaron por lanzarse a las frías aguas del río Suchiate para tratar de avanzar. (Foto: AFP)

Momento en que un hondureño decide tirarse al río para cruzar a México.

Se lanzaron al río
Ante la desesperación de quedarse atrás y ver cómo el grupo que logró cruzar la frontera empezaba a avanzar, muchos buscaron opciones.

Así que en cuestión de minutos decenas de hondureños y de otras nacionalidades que se han sumado comenzaron a cruzar la frontera a través de las aguas del río Suchiate.

Algunos se arriesgaban nadando mientras las mujeres eran asistidas por hombres a bordo de canoas improvisadas a base de madera y grandes neumáticos.

Por su parte, un buen grupo de migrantes que estaba en el puente fue alentado por los que realizaban la odisea por el agua y comenzaron a lanzarse unos tras otros. Ante la escena de peligro muchos defensores de los derechos humanos les pidieron que no siguieran realizando tan peligrosa maniobra.

Cuando los ánimos se calmaron, los dos grupos (el que cruzó y el que se quedó del otro lado) comenzaron a organizarse bajo la promesa de que llegaron hasta esa instancia juntos y que así deberán permanecer durante la ruta.

Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México dijo que el gobierno estaba ayudando a miembros de la caravana que ya habían ingresado a territorio mexicano, explicándoles las opciones que tenían por delante y asistiendo a los que querían pedir el estatus de refugiado.

Se espera que el grupo unificado retome su camino hoy a la frontera con Estados Unidos.

Foto: El Heraldo