Honduras

El Partido Nacional y Libre con la ventaja de capitalizar crisis de los liberales en el Congreso  

La bancada liberal pasa de 26 a 9 curules tras la expulsión de 17 parlamentarios de sus filas políticas. Las preguntas que quedan en el aire son: ¿Habrá una nueva bancada paralela en el liberalismo?, ¿Se plegarán al oficialismo?, ¿Se sumarán a Libre y al Pinu?

26.09.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-La determinación de las autoridades del Partido Liberal de expulsar a 17 de sus diputados obliga a una reconfiguración de fuerzas en el Congreso Nacional, con apenas ocho meses de funcionamiento la legislatura 2018-2022.

Falta que el Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL) deje en firme la resolución. De concretarse, los liberales expulsados pueden moverse en un abanico de opciones: formar en bloque una bancada independiente, plegarse directamente al oficialismo o la oposición o dejar en manos de cada parlamentario la decisión.

El primer llamado vino desde las butacas del partido Libertad y Refundación (Libre), a través del diputado Juan Barahona, quien dijo que su instituto político tiene las puertas abiertas para los políticos separados del Partido Liberal.

Aunque de ideologías contrarias, el pasado liberal de la principal figura de Libre, el expresidente Manuel Zelaya -quien llegó al poder con los rojiblancos-, puede encauzar el diálogo para sanar heridas.

Sin embargo, en vista de los antecedentes más recientes, esta debacle deja en una posición de ventaja al Partido Nacional. Desde el inicio de legislatura se percibió la división de la bancada liberal, fraccionada entre cercanos a los nacionalistas y los afines a los opositores.

Los 17 congresistas forman parte del ala del diputado Elvin Santos, el bloque más afín al oficialismo y no a la oposición. Este grupo se ha revelado a las decisiones de Luis Zelaya, presidente del Partido Liberal.

La fracción se consumó cuando este bloque votó el 25 de septiembre por los tres candidatos a conformar la interventora del Registro Nacional de las Personas (RNP), y el propuesto por los liberales no era de la línea de Luis Zelaya.

El transfugismo -ya sea formal o en un arreglo práctico- dejaría a la bancada nacional con 78 votos, a ocho de la mayoría calificada de 86, que con acuerdos con los partidos minoritarios parece alcanzable.

Luis Zelaya ha mantenido un agrio debate con Elvin Santos y otros diputados liberales desde la instalación de la cámara legislativa, al grado que siempre cuestionó la elección de este como jefe de bancada.

Zelaya solo tiene unos nueve diputados que simpatizan con él, los demás están distribuidos entre 'elvincistas', 'gabrielistas' (seguidores de Gabriela Núñez) e incluso 'yanistas', adeptos del dirigente Yani Rosenthal Oliva.

Es normal que los diputados de los partidos simpaticen con los dueños de los corrientes, si bien pertenecen a un partido político.

En el liberalismo históricamente ha sido así, que ha permitido más espacio para la disidencia, la dialéctica y la apertura, contrario a lo que ocurre en el Partido Nacional que ha sido más de mando vertical.

Con la llegada de Luis Zelaya al Partido Liberal, un académico, neófito en política y sin arraigo en la enseña rojo-blanco-rojo, la gestión del liderazgo en el histórico partido ha cambiado drásticamente, lo que ha impactado en la unidad y ha profundizado la división.

Lo que si está claro es que a partir de ahora todo se vuelve impredecible en el Partido Liberal, falta por ver si se atiza la división o si existen, todavía, cabezas serenas, que recuerden a los reformistas que siempre tomaron en cuenta a sus bases y a sus dirigentes para empujar los cambios.