CATACAMAS, HONDURAS. -Yanira Rodríguez, estudiante de primer ingreso, recuerda que ella viajó 17 horas desde su natal Lempira junto a 25 amigos a realizar el examen de admisión a la Universidad Nacional de Agricultura (UNA).
La sorpresa para ella es que al momento de presentarse a clases, solo cinco de sus paisanos habían aprobado, el resto quedó fuera.
Desde que comenzó el proceso de intervención optar a una carrera en la UNA en la rama de la agronomía es cada vez más difícil.
Informes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) indican que para el 2016 la UNA tenía una población de 5,645 alumnos.
Mientras que en la actualidad llega a 2,960 estudiantes.
Una de las principales razones es el aumento a la prueba de admisión que antes tenía un costo de 100 lempiras y de repente pasó a costar 450 lempiras.
Mientras, la carrera de medicina veterinaria está cerrada, reportando cero estudiantes matriculados debido a que no existe capacidad de impartir las asignaturas, a pesar de la demanda que existe a nivel nacional.
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Estudiantes
De momento, la oferta académica de la UNA a penas llega a cinco carreras y se pusieron en peligro algunas jornadas de los fines de semana, comprobó la Unidad Investigativa de EL HERALDO.
En ingeniería agronómica se concentra alrededor del 80% de población estudiantil con 1,942 alumnos.
Le sigue tecnología alimentaria con 383, administración de empresas agropecuarias 345, recursos naturales y ambiente 222 y medicina veterinaria, está sacando a su última generación y hay 68 jóvenes.
Esta es la población que esta semana comienza el tercer periodo académico del año 2018.
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Decisiones
Las autoridades interventoras, aparte de dejar en suspenso la carrera de medicina veterinaria, quisieron limitar los cupos en administración de empresa agropecuarias, durante los fines de semana.
Para el caso, mediante resolución 26-02-2017, de fecha 20 de febrero de 2017, la Junta Interventora determinó suspender la carrera de administración de empresas agropecuarias los días domingos y sábados por la mañana.
La orden fue que únicamente se diera de lunes a sábado en la jornada vespertina, es decir que solo en la tarde.
La decisión de la interventora fue tomada de forma unilateral, sin consultar a los estudiantes que llegaban a recibir clases en esos horarios.
La protestas llegaron de los municipios aledaños a Catacamas, pues decenas de estudiantes estudiaban los sábados y domingos y viajaban de madrugada, para regresar por la tarde.
Aparte de esto, los estudiantes recibían apoyo de los alcaldes, quienes les pagaban el transporte para que pudieran viajar a la UNA.
Cuatro días después, es decir, el 24 de febrero del 2017, mediante resolución 31-02-2017, se desistió de tal determinación. Así, ordenaron que la carrera de administración de empresas agropecuarias en el grado de licenciatura será vespertina de lunes a viernes, en horario de 5:00 de la tarde a 9:00 de la noche. Mientras que los sábados y domingo se impartirá en horario de 8:00 de la mañana a 6:00 de la tarde.
