OLANCHO, HONDURAS.- Su niñez fue difícil. Crecer sin la formación, el consejo o cariño de sus padres fue muy duro. Toda su vida transcurrió dentro del complejo Santa María de los Ángeles, el hogar de niños que la Iglesia Católica abrió hace 27 años en Juticalpa, Olancho.
Pero lejos de lamentarse y hacer más dura su situación, Florinda Maribel Migueles Hernández hizo de los libros su mejores amigos y en los próximos meses egresará con el título de abogada de la Universidad Católica Campus Santa Clara de Juticalpa.
En el hogar de niños son atendidos unos 36 menores por las religiosas Franciscanas de la Asunción.
El orfanato es idea del padre Alberto Gaucci y con su nueva profesional confirma la misión de formación integral a cada huésped.