TEGUCIGALPA, HONDURAS. -Como si fuera una pasarela, así desfilaron diputados y demás implicados en el caso Pandora en el Juzgado de Letras Penal de La Granja.
La moda que optaron usar algunos de los implicados fue el camuflaje para pasar desapercibidos. Varios madrugaron para ser los primeros en firmar y evitar hacer fila con otras personas que llegan por otros delitos.
El jefe de la bancada del Partido Liberal, Elvin Santos, fue el primero en llegar para evitar hacer fila y salir lo más rápido posible. Santos es uno de los 38 vinculados en el desvío de 282 millones de lempiras de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG). Para que nadie lo reconociera, llegó vestido con una camisa azul manga larga, lentes oscuros y llevaba puesta una gorra negra.
Pese a su intención, las personas que estaban en ese momento en los juzgados lo reconocieron y mencionaron que llegó desorientado, no sabía dónde tenía que firmar.
Seguido del parlamentario llegaron cuatro imputados más en el caso de corrupción que investiga la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad de la Corrupción (Ufecic) del Ministerio Público (MP).
A las 7:50 de la mañana llegó el diputado del Partido Nacional, José Celín Discua, que llegó con un chaleco negro y una gorra azul. Al momento de firmar uno de sus acompañantes lo cubrió para que no le hicieran fotos.
Después de Discua se presentaron siete implicados más a cumplir con la disposición de la jueza, ya que se defienden en libertad. El diputado nacionalista Elden Vásquez firmó el libro a las 9:32 de la mañana y a las 12:11 del mediodía llegó el diputado suplente por la Unificación Democrática (UD), Lenín Rigoberto Rodas.
Algunos de los implicados al observar la presencia de la prensa se taparon el rostro con sobres de papel manila y con fólderes.
Ya en horas de la tarde llegó otro grupo de los acusados por encubrimiento de lavado de activos. Entre ellos se presentaron los diputados nacionalistas Rodolfo Irías Navas y Edgardo Martínez, quien fue el último en firmar, llegó después de las 4:00 de la tarde.
El exministro de la SAG, Jacobo Regalado, y Jorge Izaguirre son los únicos recluidos por este caso. Según la investigación, Regalado otorgó sin ningún respaldo los fondos a las fundaciones Dibattista y Todos Somos Honduras. La mayor parte del dinero se usó para financiar campañas políticas de candidatos para las elecciones generales de 2013.
