Honduras

Más de siete mil escolares en peligro por deplorable estado en escuelas del sur de Honduras

Choluteca cuenta con 1,310 centros educativos y al menos el 70 por ciento, es decir, 917, requieren inversión urgente para mejorar la infraestructura. En mes y medio, siete centros han sido afectados por los aguaceros

07.06.2018

CHOLUTECA, HONDURAS

El inicio de la temporada lluviosa ha desvelado el peligro al que están expuestos miles de escolares en el departamento de Choluteca.

De los 1,310 centros educativos oficiales, el 70 por ciento están entre deterioradas y pésimas condiciones.

Hasta el momento, al menos siete centros educativos se han visto afectados por las lluvias en la zona sur.

La destrucción de techos, paredes, pupitres, material didáctico e inundaciones constantes son solo algunos de los problemas a los que se enfrentan a diario los docentes, alumnos y padres de familia.

Un ejemplo es el Centro de Educación Básica Ricardo Soriano, ubicado en Ciudad Nueva, donde el mal estado del techo genera inundaciones constantes dentro de un pabellón completo de aulas.

El centro educativo registra una matrícula superior a los 800 alumnos y debido a la situación de pobreza que impera en el lugar ha sido difícil poder mejorarlo. El plantel fue construido en 1998, luego del devastador huracán Mitch.

Wilmer Ordóñez, director del centro, hizo un llamado de auxilio al gobierno municipal y central para que les pueda ayudar a repararlo.

“Estamos sumamente preocupados con la situación que atraviesa el centro, tememos que en cualquier momento nos caiga el techo encima”, dijo.

Asignación
Los problemas de inundaciones no son exclusivos del Ricardo Soriano, también afectan al CEB Guía Técnica Tomasa Benedetto, a quienes el Congreso Nacional les aprobó en 2017 ocho millones de lempiras para mejorar el plantel, pero hasta ahora no se ha hecho efectivo. Su director Carlos Herrera pidió celeridad en la entrega de fondos.

Asimismo, las escuelas Francisco Morazán, de Concepción de María; Macario Ortiz Motiño y Dionisio de Herrera, de San Antonio de Flores; y José Cecilio del Valle, de San Lorenzo, suman más de seis mil escolares en peligro.