CHOLUTECA, CHOLUTECA
El hacinamiento al interior del centro penal de Choluteca podría ser la causa de que más de 90 internos estén bajo observación médica en el plantel por problemas de salud.
Y es que el penal tiene capacidad para 200 personas, pero en su interior permanecen unos 860 privados de libertad.
Los primeros enfermos comenzaron a reportarse desde el viernes anterior, los cuales fueron tratados ambulatoriamente en la enfermería del plantel, espacio que resultó insuficiente ante la demanda del servicio.
Para el sábado, la sintomatología presentada por los detenidos obligó a las autoridades del penal a trasladar a cinco de ellos a la emergencia del Hospital General del Sur, donde fueron tratados por problemas gástricos.
Ayer por la mañana, un grupo de médicos de la Región Sanitaria y del Instituto Penitenciario atendieron a los reclusos para determinar la causa del padecimiento que les provoca dolor de cabeza y músculos, fiebres y problemas estomacales. Douglas Avelar, epidemiólogo sanitario, explicó que tomaron muestras a los pacientes para confirmar el diagnóstico que en primera instancia se manejó como cuadros de dengue.
“Los síntomas que presentan los reclusos nos indican problemas gastrointestinales, ya que se han realizado las acciones de prevención contra arbovirosis en el penal, pero serán los análisis que determinen qué está afectando”, comentó el galeno.
Centro penal de Choluteca reporta al menos 200 intoxicados
Supervisión
El subdirector del Instituto Penitenciario, German Mcniel, anunció que se ha contratado personal médico y de enfermería para que permanezca diariamente en el centro penal de Choluteca.
“Los privados de libertad se encuentran fuera de peligro”, aseguró.
Mcniel explicó que el padecimiento de los reos se debe a problemas gástricos, pero negó que los alimentos que se brindan en el penal sean la causa de ese padecimiento.
“Los alimentos que se sirven en el menú están aprobados por un nutriólogo”, dijo.
Por su parte, los familiares de los detenidos denunciaron que los detenidos comen a diario y en los tres tiempos frijoles y arroz, lo cual asumen es inhumano.
“En ocasiones hasta arroz malo les sirven y eso es una grosería y ahora ni permiso nos dan para pasar comida, porque no tenemos dinero para comprar el carné”, comentó Suyapa Ruiz.
Los familiares hacían ayer grandes filas en las afueras del penal para conocer el estado de sus familiares.
