Honduras

Incomunicados Olancho y El Paraíso por las lluvias del fin de semana

Un alud de tierra cerró el paso en al menos 200 metros del corredor agrícola entre San Francisco de la Paz y Gualaco; El río Guayambre derrumbó gran parte de la carretera que comunica a los municipios de Trojes y El Paraíso

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27.05.2018

Olancho, Honduras
Las fuertes lluvias del fin de semana causaron daños en la infraestructura, inundaciones en viviendas y deslizamientos de cerros que obstaculizan el tránsito.

Centenares de hondureños que transitan el corredor agrícola, a la altura de la Quebrada Seca, entre San Francisco de la Paz y Gualaco, quedaron este domingo incomunicados luego que un alud de toneladas de tierra cubrió el pavimento en un tramo aproximado de 200 metros.

La zona tiene un alto tráfico de vehículos procedentes de diferentes regiones del país, por las facilidades que ofrece en acortar distancia a las costas del caribe hondureño. Sin embargo, el paso permanece cerrado.

Hasta la zona se trasladó una cargadora contratada por el edil de San Francisco de la Paz, Carlos Humberto Zelaya, pero debido a la cantidad de tierra a remover el trabajo se extenderá por varios días.

Las personas que viajaban en el transporte utilizaron pasos improvisados entre los cafetales a fin de llegar a sus destinos, como doña Otilia Martínez, vecina de Puerto Lempira, quien con sus pies descalzos atravesó la vía colapsada, pues le urgía llegar a su casa a ver si las lluvias no la habían afectado.

En el municipio de Manto se reportó la destrucción de una caja puente sobre el río Agua Caliente, lo que impide el paso a Manto y otros municipios del norte de Olancho.

En la zona turística de la Talanquera, Juticalpa, el agua corre fuerte sobre la carretera CA-15, causando preocupación en las autoridades.

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En El Paraíso
Las lluvias también dejaron incomunicados a los habitantes del municipio fronterizo de Trojes con el resto de Honduras. El río Guayambre derrumbó parte de la carretera a Danlí, a la altura de la comunidad de la Redonda, Jamastrán.

Además, dejaron su huella destructora en al menos una docena de viviendas en Danlí que resultados anegadas de agua y con daños parciales.

El pabellón de la consulta externa del Hospital Gabriela Alvarado, en el barrio Pueblo Nuevo, resultó inundado.

Debido a ello, el personal suspendió desde el viernes anterior y hasta segunda orden la atención de pacientes. Más de 200 personas acuden a diario a tratar sus males.