San Pedro Sula, Honduras
Un detonante a la inversión comercial e industrial resultó ser el Proyecto Siglo 21 que se realiza en San Pedro Sula.
El proyecto es la primera Alianza Público Privada (App) de capital privado y exclusivamente hondureño que construye 24 obras de infraestructura vial consideradas como de interés público.
Hasta el momento se han finalizado siete obras, tres están en construcción y 14 se realizarán en los próximos tres años.
El proyecto tiene un plazo de siete años para concluir las obras y 15 años para el pago.
La inversión actual es de 1,030 millones de lempiras y al finalizar el contrato será de 2,300 millones de lempiras.
El modelo de financiamiento para los sampedranos es a través del pago de una tasa anual aplicada en el registro vehicular de los 250,000 automóviles que hay en la ciudad.
En el contrato del Proyecto Siglo 21 está incluido el diseño, financiamiento, construcción, administración y mantenimiento de todas las obras durante los 15 años que tenga de vigencia el tratado.
EL HERALDO conversó con empresarios, funcionarios públicos, políticos y organizaciones privadas, entre otras, para conocer las expectativas económicas que hay en materia de inversión comercial e industrial en la ciudad, durante y después de la construcción de las 24 obras.
Crecimiento económico
Las 24 obras de infraestructura vial que construye el Proyecto Siglo 21 en San Pedro Sula fueron tomadas de un listado de 46 que identificó la Alcaldía Municipal y definió como de interés público.
Fredy Fugón, exsuperintendente de obras públicas de la Alcaldía, explicó que San Pedro Sula es un gigantesco intercambiador de producto terminado y materia prima de lo que importa y exporta Honduras.
Siglo 21 llegó a agilizar el movimiento vehicular que “sufre la ciudad en el norte, sur y occidente, atacando uno de los problemas más sensitivos que es el tráfico”.
Comentó que el sector empresarial ha recibido las obras de la mejor manera, pues era el más afectado. “Cuando los costos de operación vehicular se elevan, el que pierde más es el productor, el que envía su producto y se estanca o no llega a tiempo al puerto. Esta persona lo está sintiendo directamente, pero con la reducción se invita a la inversión”, explicó.
Argumentó que se están brindando soluciones, pero el déficit está acumulado, “entonces el alivio no es total, la demanda es tal que los proyectos no han culminado en su totalidad y la gente urge de ellos y se abre una vía”.
Reconoció que el Proyecto Siglo 21 es una forma de hacer obras en toda Honduras, “este proyecto vino a dinamizar, es el empuje que se perdió por muchos años en San Pedro Sula”, comentó Fugón.
Osmín Baustista, dirigente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), manifestó que ya identificaron en la oficina de permisos de construcción un acumulado de ocho torres arriba de 14 pisos que se van a construir en San Pedro Sula. “Viendo la estadística y las obras que se han construido, ya hicimos cálculos que si son torres arriba de 14 pisos deben de andar a unos 200 o 300 millones de lempiras cada una, quiere decir que es una inversión de casi 2,300 millones de lempiras para ser ejecutados en unos dos próximos años”, enfatizó.
Argumentó que esto es una muestra de que las obras del Proyecto Siglo 21, las que realizan la municipalidad y el gobierno, han motivado a los inversionistas, quienes ven atractivo invertir en San Pedro Sula por todo lo que se está haciendo.
“El proyecto es bueno, la nota positiva es tener la seguridad de que las obras se van a construir totalmente”, dijo.
Cambio radical
Por su parte, Pedro Barquero, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de Cortés (CCIC), recordó el letargo de 20 años que venía arrastrando San Pedro Sula y cómo el Proyecto Siglo 21 le está viniendo a cambiar la cara a la ciudad con las obras que están realizando.
“Definitivamente vino a ayudar a hacer obras que se le debían a la ciudadanía desde hace muchos años, ha ayudado a la movilidad, toda obra de infraestructura ayuda a que la ciudad crezca. Entre más fácil acceso tengan las zonas se desarrollan zonas comerciales, industriales, residenciales... trae progreso”, comentó el director.
Para el ingeniero José Francisco Saybe, el Proyecto Siglo 21 y sus obras están teniendo el impacto que se esperaba en la ciudad industrial.
Enfatizó que en el caso del intercambiador del norte “ya nadie construye un trébol por el alto costo del derecho a vía y llevan mucha área, todos los proyectos, incluyendo el que se acaba de terminar en occidente, están funcionando adecuadamente”, mencionó.
Recordó que todos los proyectos se diseñaron en la zonas más críticas de la ciudad.
“Son proyectos muy bien escogidos, y con los que está construyendo la municipalidad ahora la ciudad está cambiando bastante, el desarrollo comercial e industrial se revitalizará”, argumentó.
Aseguró que el Proyecto Siglo 21 será de mucho orgullo para los sampedranos una vez que esté terminado y que es una buena oportunidad para generar obras cuando no se tiene el capital monetario en las ciudades pero sí una forma de repago, en este caso en el registro vehicular.
“Cuando hay escasez de fondos en el gobierno o en las alcaldías, esta es una solución que se ha visto en varios países funcionando adecuadamente”, explicó Saybe.
Ernesto Lázarus, titular de infraestructura en la CCIC, analizó que las obras son el punto de partida para un crecimiento industrial y comercial en el futuro. Argumentó que es difícil detectarlo por ahora, pero lo importante es regresarle a la ciudad la modernidad que tanto necesitaba. “El crecimiento industrial es un proceso, hay un planeamiento. El desarrollo de la infraestructura no solo es la carretera, hay que venir a ver el tema del agua, iluminación, seguridad y la toma de decisión del inversionista a ocupar las nuevas áreas desarrolladas, esto va a venir después”, dijo.
Hasta el momento, para Lázarus, la movilidad vehicular más notoria es en las obras de occidente, pues “venir en la tarde era una cola enorme y ya no se da, lo que pasa también es que la gente mejora la calidad de vida, llega más temprano, tiempo para recreación, temas de progreso que vienen implícitos en la inversión”, pormenorizó.
Capacidad productiva
Melina Martínez, directora del proyecto, comentó que el crecimiento de San Pedro Sula comenzó con la inversión de infraestructura productiva, “por lo tanto, impacta directamente en la capacidad productiva de la economía a través de su participación en el desarrollo y crecimiento de la ciudad”.
Reconoció que el Proyecto Siglo 21 está contribuyendo en el aumento de empleos, directa e indirectamente, “y además ayuda al desarrollo socioeconómico de San Pedro Sula al contribuir al descongestionamiento y agilización del tráfico vehicular de la ciudad”.
Desde el punto de vista de las empresas, las mejoras en infraestructura vial, según explicó Martínez, constituyen uno de los principales componentes de la función de producción, impactando en la productividad y, más importante, en la competitividad de los principales sectores de una economía e impulsando la atracción de capitales nacionales y extranjeros
