Honduras

Exjefe de la Cicig en Guatemala: 'Nadie sabe lo caliente de la silla del fiscal general hasta estar en ella'

Expertos debaten entre la opción de continuar con el actual fiscal, que se ha ganado el respeto de la sociedad y a nivel internacional, o seleccionar a otro que irá a aprender en el puesto y enfrentará retos, desafíos y presiones

08.05.2018

Tegucigalpa, Honduras
Reelegir a un fiscal general que le ha dado buenos resultados al país es una decisión de madurez política; nombrar uno nuevo también es bueno, aunque se corren ciertos riesgos, consideran representantes de varios sectores de la sociedad, así como expertos en el tema.

En el ambiente de selección y elección del nuevo jefe del Ministerio Público se escuchan dos posiciones, cada una con ventajas y desventajas. Unos son del criterio que la elección de un nuevo fiscal general es poner sangre, energía y visión nueva en la fiscalía, pero implica el reto de poner en marcha una nueva táctica de lucha contra los delincuentes.

Asimismo, hay que comenzar nuevas relaciones con los cooperantes, aprender a ser fiscal, toca armar nuevos cuadros para actuar y se desconoce la presión política.

En el caso de que siga el actual fiscal general, le daría continuidad a la estrategia de lucha contra la impunidad, la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado que se ha venido realizando con el apoyo de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad (Maccih) y con el gobierno de Estados Unidos en el tema de la extradiciones y combate de la droga.

Además, ya se cuenta con una buena relación con la comunidad internacional y con los cooperantes -principalmente Estados Unidos, México y Colombia-, igualmente que ya están conformados los equipos de trabajo, se conocen los reclamos de la sociedad, la presión social y la actitud de los políticos.

“Si hay un fiscal con experiencia que le ha dado al país la respuesta adecuada a las necesidades en la persecución penal, la madurez política del país debe llamar a la continuidad; por otro lado la sangre joven también es buena. Muchas veces se cree que no va a dar resultados, y la verdad que a ese puesto siempre se llega nuevo y se llega a aprender en los primeros meses.

'Nadie sabe lo caliente que resulta la silla del fiscal general hasta que está ahí”, sostuvo Francisco Dall’Anese, exjefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), quien visita Honduras en el marco de la elección del nuevo fiscal general.

En su invitación para que se elija a los mejores candidatos, reflexionó manifestando que los fiscales y jueces solo deben ser esclavos de la Constitución y la ley. Recordó que la justicia no es para satisfacer a las mayorías, a sectores políticos o grupos de presión, ni para satisfacer caprichos ni para perseguir a los enemigos políticos ni para liberar a los amigos corruptos.

Por su parte, Alberto Solórzano, presidente de la Confraternidad Evangélica, piensa que mantener al fiscal actual Óscar Fernando Chinchilla “es garantizar mucho del trabajo que se ha venido haciendo. Ya hay un camino recorrido que trae consigo experiencia y conocimiento acumulado, lo cual permite saber qué hacer dentro y fuera del Ministerio Público”.

El pastor es consciente de que quien maneje ese cargo de fiscal siempre tendrá presiones de carácter político, pero “debe saber administrar ese tipo de presiones manteniendo independencia, pero a la vez interactuando con sano equilibrio”.

Desafíos
Según Dell’Anese
, los retos del nuevo jefe de la Fiscalía no son distintos a los que tiene un fiscal en cualquier parte del mundo, “lo único es que aquí hay mayores problemas y la política de persecución penal la tiene que diseñar el fiscal general respondiendo a los delitos que le causan mayor lesividad al país, que eventualmente pueden ser el crimen organizado, sicariato y corrupción, eso depende del diagnóstico local”.

De igual manera el exfiscal general Edmundo Orellana Mercado es del punto de vista que el nuevo jefe del Ministerio Público enfrentara desafíos difíciles “porque tiene que seguir lo que hasta ahora ha venido haciendo la Ufecic (Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad y la Corrupción) y usted sabe, los casos son muy importantes porque tocan figuras muy importantes”.

Otros integrantes de sectores sociales también coinciden en que el nuevo fiscal debe comenzar peleando por su independencia para emprender acciones contra la impunidad y las diversas modalidades de delincuencia.

Asimismo, precisan que deberá trabajar por un afianzamiento institucional, una depuración de las fiscalías y un fortalecimiento de los brazos armados: Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN).

Para el padre German Cálix, director de Cáritas Honduras, la nueva figura que dirija el Ministerio Público debe orientar su trabajo en principios éticos, honestidad, imparcialidad y objetividad y no dejarse embarrar en luchas políticas.