Tegucigalpa, Honduras
¿Alguna vez pensó si el sabor de los insectos mezclado con la comida es agradable?
La respuesta a esa interrogante la tienen docentes y estudiantes de la carrera de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que trabajan en un sistema de alimentación a base de incluir insectos en los platillos.
Lo anterior es un tabú en la sociedad hondureña, pero en culturas orientales es muy frecuente y común. El objetivo de las investigaciones que se realizan en la máxima casa de estudios es conocer los beneficios que le produce al organismo consumir insectos.
Una de las investigaciones realizadas revela que consumir hormigas y grillos contiene un 70 por ciento de proteínas. En 2017, los estudiantes que cursaron la clase de Zoología de invertebrados comenzaron el proyecto de criar insectos que sean aptos para ingerirlos y que no provoquen ningún daño.
La docente e impulsora de la novedosa iniciativa, Karla Cantarero, explicó que se comenzó criando escarabajos, caracoles y mariposas.
Actualmente se están criando cucarachas de monte, chinches, gorgojos de maíz y de frijoles, tarántulas, avispas, termitas, abejas, medusas, pepinos de mar, pulpos, hormigas y hasta escorpiones. La forma de prepararlos puede ser en platillos salados o dulces.
Proceso
Los insectos pasan por un proceso de tratamiento y limpieza de su organismo invertebrado. Desde que los estudiantes de Biología recolectan los insectos en determinadas zonas, los someten a un tratamiento de crianza y alimentación especial.
Se colocan en recipientes limpios a una temperatura adecuada y con ventilación, donde se pueden reproducir. “Se escogen con poca quitina, que es lo que contiene su exoesqueleto, y para evitar cualquier daño se lleva el ciclo para así tener seguridad de lo que se come, los estudiantes han llevado ciclos de vida por tres meses”, dijo Cantarero.
Agregó que como cualquier carne, los insectos deben tratarse limpiándolos y lavándolos al cocinarlos. Los insectos son alimentados con cereal, pan, harina y avena. “Nosotros hemos hecho ciclos de vida para ir probando las mejores estrategias para criar”, mencionó la docente. Una vez que ya han crecido y su organismo está limpio pueden ser comidos.
Posteriormente los estudiantes proceden a extraerles los órganos y las partes que no aportan como las alas, antenas y patas, entre otras. La preparación dependerá del tipo de platillo que se elegirá, se pueden cocinar, freír u hornear.
Entre los platillos en seco que se pueden preparar están: tacos, gringas, empanadas, pupusas, enchiladas, hamburguesas, pizzas, entre otras. Mientras que en platos dulces pueden hacerse galletas, pasteles, entre otras.
EL HERALDO consultó a varios estudiantes de la carrera y coincidieron en que es emocionante e interesante realizar ese tipo de proyectos. “Tenemos alternativas alimenticias para combatir la desnutrición, los insectos no causan ningún tipo de daño”, señaló Cantarero.
La UNAH realizó la semana pasada una feria gastronómica con diversos platillos con invertebrados. Al probar cuatro diferentes tipos de platillos se pudo descubrir que el sabor de los insectos es agradable, son crujientes, comparable con el pollo y la carne de res asada.
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