Honduras

Delicias culinarias con sabor a tradición para disfrutar durante la Cuaresma

Sopas de mariscos, frutas y dulces conforman la oferta gastronómica previo al Viernes Santo. Desde el siglo XVI, la tradición de abstenerse de comer carne roja los días viernes aún se mantiene vigente entre las familias hondureñas

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03.03.2018

Tegucigalpa, Honduras
El arrepentimiento y la conversión marcan el inicio de un tiempo consagrado a rememorar la Pasión, Muerte y Resurrección del Hijo de Dios. La comunidad cristiana vive desde el Miércoles de Ceniza la Cuaresma, un tiempo perfecto para la reconciliación con uno mismo y con Dios. Sin embargo, esta temporada, que es de reflexión para los cristianos, también es un espacio que llega acompañado de tradiciones que datan del siglo XVI.

Evitar consumir carne roja durante los viernes de la Cuaresma o ingerir un tipo específico de alimentos forma parte de esta tradición, que fue adoptada por los católicos.

Durante los 40 días que anteceden al Viernes Santo, los fieles acostumbran a preparar sopas de tortas de maíz, de pescado seco y marineras, entre otros alimentos que marcan esta temporada. A esto se suma la preparación de camarones, jaibas y cangrejos en algunas comunidades del occidente del país, donde también acostumbran a cocinar el tradicional “tamalón santo”.

En el caso de la zona oriental de Honduras, sus habitantes consumen tamales o montucas, pero sin carne.

En el norte y sur del territorio nacional, los mariscos son el principal ingrediente. Las frutas como el marañón, la piña y el mango también son parte de la dieta que se consume sin temor a caer en pecado, como popularmente expresan los fieles.

Las rosquillas, ciruelas, ayote y papayas en miel son parte de los postres. “No comer alimentos durante los viernes de la Cuaresma es un elemento dentro de muchos otros, que vienen retomados de la literatura bíblica”, explicó Tony Salinas, párroco de Ojojona.

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Costumbre
El entrevistado comentó que el Antiguo Testamento explica que los días de penitencia estaban señalados por el vestirse de ceniza y la práctica del ayuno.

“En épocas más tardías del cristianismo se miró conveniente que una de las formas del ayuno podría ser la abstención de la carne, pero no es pecado, solo una invitación que no tiene carácter pecaminoso”, explicó el religioso.

Salinas agregó que no importa la forma en cómo se hace el ayuno ya que lo que cuenta es la actitud.

Por su parte, Jorge Amaya, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, consideró que la fiesta religiosa se mantiene viva en las familias hondureñas. “Hay que continuar con esta costumbre, seamos católicos o no, ya que esto conlleva a disfrutar de los diferentes rituales como las alfombras, entre otros”, dijo el historiador.

La sopa de mariscos es una de las más populares.