Honduras

En condiciones insalubres reciben clases niños de Cedeño

Unos 400 alumnos del Centro Básico Michel J. Hasbun están expuestos a excretas de particulares. Cuarto grado recibe clases en una bodega

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05.02.2018

Choluteca, Honduras
El estado físico del Centro de Educación Básica Michel J. Hasbun es deplorable.

A escasos 50 metros de la playa de Cedeño, se ha convertido en un foco de contaminación para los más de 400 alumnos que reciben clases a diario en sus predios.

Los malos olores que se esparcen en el plantel se convierten en el principal obstáculo de los docentes para impartir las clases.

El centro cuenta con letrinas, pero no es de allí de donde viene la contaminación sino de detrás de las aulas, en donde personas ajenas ingresan y realizan sus necesidades fisiológicas al aire libre.

Los ciudadanos inescrupulosos también han provocado daños en el cerco perimetral y los ventanales, aumentando la delincuencia.

“Queremos creer que las personas que hacen estas acciones no son oriundos de la zona, pero esto se repite cada mañana”, aseguró Francisco Benítez, director del centro educativo.

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La presencia de excremento en los pasillos y detrás de las aulas es solo uno de los múltiples problemas que tienen, pues a diario tienen que lidiar con desechos de toda índole.

“Usted se sorprendería de la cantidad de cosas que encontramos a diario en los pasillos y áreas verdes del centro educativo, las cuales por seguridad de los niños y de nosotros como docentes solo podemos enterrarlos”, aseguró.

El maestro informó que uno de los principales temores es el tema de las inundaciones producto de las marejadas, las cuales ya han afectado al plantel en años anteriores.

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Falta de espacio
La carencia de aulas en el centro educativo obliga a los alumnos del cuarto grado a recibir el pan del saber en una pequeña bodega, en la cual apenas pueden moverse y deben hacerlo de manera sincronizada.

En la improvisada aula hasta la maestra debe coordinarse con los más de 30 alumnos para salir o entrar.

“Además de la incomodidad, los niños y la maestra deben soportar los vehículos que se aparcan en las cercanías con sus altavoces, impidiendo que se pueda impartir clases”, aseguró Benítez.

La situación de olvido que enfrenta esta escuela se repite en al menos el 60 por ciento de los centros educativos del departamento.

Choluteca tiene 1,300 centros de formación, siendo los del sector rural los más olvidados.